El crítico y curador Justo Pastor Mellado (n. 1949) escribió este texto para el catálogo de una exposición del pintor nacido en Cataluña (1927-2016) titulada Balmes. Tiempo presente, realizada en el Centro Cultural Borges en Buenos Aires (1996); allí se exhibieron pinturas de mediados de los sesenta hasta mediados de los noventa, es decir, 30 años de trayectoria.
José Balmes (1927–2016) llegó a Chile junto a sus padres, como refugiados de la Guerra Civil Española, a bordo del barco Winnipeg gestionado por el Presidente Pedro Aguirre Cerda. Ingresó a la Facultad de Artes de la Universidad de Chile en 1944 y fue alumno de los pintores Camilo Mori (1896-1973) y Pablo Burchard (1875-1964). Tras terminar su formación, comenzó a trabajar como profesor de la Escuela de Bellas Artes, además de ejercer los cargos de Director de la Carrera de Artes Plásticas y Decano de la Facultad de Artes, cargo interrumpido al año siguiente debido al Golpe Militar de 1973. Se vio expatriado de Chile (su segundo exilio) debido a su militancia en el Partido Comunista y su compromiso con el Gobierno de la Unidad Popular del presidente Salvador Allende (1908-1973). [Sobre su faceta como profesor, véase, en el Archivo Digital ICAA, “El maestro de los jóvenes” (doc. no. 751500) de Patricio de la O].
Junto con los artistas Eduardo Martínez Bonati (n. 1930) y Alberto Pérez (1926–1999) y la pintora Gracia Barrios (1927–2020), su esposa, fundaron el Grupo Signo que reaccionaba críticamente a la tradición pictórica, movidos por un ímpetu vinculado a la convulsión política de los años sesenta. [En referencia a la agrupación está disponible la perspectiva de uno de sus integrantes, véase “Presencia del Signo” (doc. 751514) de Alberto Pérez].
En 1965 escribió el texto “Confesión artística” (doc. no. 748623), donde compartía comentarios tempranos con respecto al trabajo pictórico que posteriormente reforzó. Desde una perspectiva formal, en su pintura comenzó a predominar la gestualidad y la mancha. En el texto se refiere a su serie Santo Domingo (1964-65), que abordó la intervención armada norteamericana en Santo Domingo, República Dominicana. Mellado precisó en su texto que esta serie se transformó en una obra clave para comprender la relación entre artista y sociedad en Chile. En esa línea que busca hacerse cargo de su contexto sociohistórico y que denominó Testimonio, Balmes realizó series de gran formato: Vietnam (1966–68), Ché Guevara (1968–69), No al Facismo (1971–73). En el exilio parisino, sus pinturas continuaron enarbolando su resistencia pictórico-política; de este período es Represión (1974-76) y las pinturas Lonquén (1979) y Homenaje de André Jarlan (1987), entre otras. [Para ahondar más sobre su obra, consultar “Balmes: dos tierras” (doc. no. 735080) de Gaspar Galaz]