El historiador del arte y pintor Alberto Pérez (1926–1999) escribe sobre su participación en el Grupo Signo que incluyó a Gracia Barrios (1927–2020), Eduardo Martínez Bonati (n. 1930) y José Balmes (1927–2016). Signo fue un colectivo que, durante la década del sesenta, reaccionó críticamente ante la tradición pictórica. Si bien se vincularon al informalismo español o sea el “aformalismo”, según indica Pérez, lo inédito fue que su exploración plástica se combinó con un compromiso político dentro del campo artístico chileno. Lo que motivaba a Signo era la realidad material que constituía al cuadro; no se trataba de “representar” la realidad sino que objetivarla, mostrar el cuadro como objeto capaz de intervenir críticamente en ella. Materiales extraartísticos (fotografías, diarios, maderas y el óleo aplicado como pasta expuesta) fueron algunas de las estrategias plásticas incluidas para conseguirlo.
Conjuntamente, los historiadores del arte Milán Ivelic (n. 1935) y Gaspar Galaz (n. 1941) establecen dos periodos dentro de la producción de Signo. El primero es el informalismo, destacable por la exploración formal vinculada a la abstracción; el segundo, a su vez, se divulgó como postinformalismo y gira en torno a las problemáticas sociales, trascendiendo así la reflexión puramente plástica para provocar un regreso a la figuración. Para los intereses filosóficos de Pablo Oyarzún (n. 1950), cabe al grupo el inicio de un proceso modernizador en el arte chileno, perspectiva crítica compartida por autores como los mencionados Galaz e Ivelic. [En torno al texto de Oyarzún, véase “Arte en Chile de veinte, treinta años” (doc. no. 745095)].
El grupo no era precisamente un movimiento pues cada integrante desarrollaba postulados formales propios en la realización de sus obras; no obstante, exponían en forma colectiva y compartían una postura política involucrando en ella un sentido específico del arte. El crítico español de arte José María Moreno Galván (1923–1981) escribió inicialmente sobre Signo y en su lectura señala que los integrantes del grupo representan “los cuatro puntos cardinales de la nueva pintura del país” [Véase Archivo Digital ICAA “El Grupo Signo de Chile” (doc. no. 751532)]. Cada artista tuvo trayectoria propia valiéndole un lugar dentro de la historia del arte chileno: José Balmes obtuvo el Premio Nacional de Artes Plásticas en 1999; Gracia Barrios lo obtuvo en 2011. [Sobre las trayectorias individuales de integrantes de Signo, ver “Gracia Barrios y la constante humana” (doc. no. 739569) de Faride Zerán; “Alberto Pérez” (doc. no. 756960) de Francisco Brugnoli y “El realismo crítico de José Balmes” (doc. no. 778658) de Justo Pastor Mellado].