El crítico de arte Roberto Montero Castro analiza la obra de la artista Mercedes Pardo (1921-2005) en ocasión de su muestra en la Galería Adler/Castillo de Caracas que tuvo itinerancia posterior en el Centro Arte El Parque en Valencia (Venezuela).
El autor discute la obra de Pardo introduciendo al lector al siglo XX, debido a que éste rompe con el equilibrio tradicional (líneas, formas y colores en la pintura) incentivando a los artistas a escoger, al contrario, uno de estos elementos pictóricos en vez de otros. Considera que Pardo es una artista cuya prioridad es la “liberación” del color que, a su juicio, había sido “esclavizado” tanto al dibujo como a la forma a lo largo de la historia del arte. Montero Castro se preocupa por la limitada visibilidad del artista, lo cual se refleja en la limitación del desarrollo artístico en Venezuela. De hecho, este artículo de 1977 sale dos años antes de la primera retrospectiva de Pardo, organizada por la GAN (Galería de Arte Nacional) bajo el título de Color: Piel, Presencia Meditada: Mercedes Pardo. Además, en 1979 llegó a ser galardonada con el Premio Nacional de Artes Plásticas y tales logros resultaron tras tres décadas de incesante producción. Más aún, debe tomarse en cuenta su papel y aporte, entre otros artistas, al surgimiento de la abstracción en la Venezuela de inicios de los cincuenta, donde fueron incuestionables pioneros del arte abstracto en su país. Su discurso se expande a través de diversos enfoques de ese medio—tanto en el espectro lírico como en un toque informalista— así como la experimentación con un enfoque más geométrico, tipo hard-edge; esta última actitud en su obra se confirma por su selección de soportes, técnicas y materiales. Por lo general, lo escrito sobre Pardo se centra en su uso del cromatismo, Montero Castro subraya que la luz es la prioridad de Pardo y cómo sus transiciones a lo largo del lienzo le permiten jugar con la dinámica desencadenada por diferentes tonos y planos. Destaca, además, tensiones e interacciones en su campo cromático, mostrando, por lo tanto, el significado tanto de estructura como de investigación en su producción artística por medio de ejemplos específicos. A saber: Postigos, Sombras Transfiguradas y Cálido Encuentro.
Respecto a otra reseña sobre la muestra en la Galería Adler/Castillo, véase en el Archivo Digital ICAA: Roberto Guevara, “Mercedes Pardo: Construir el Color” (doc. no. 1331532). Para mayors detalles en torno a su arte desplegado en la retrospective de 1991, Moradas del Color, ver Gloria Carnevali, “El Espacio en la pintura de Mercedes Pardo” (doc. no. 1102285); y María Fernanda Palacios, “Pintura y vida” (doc. no. 1102253).