Este artículo publicado en la revista del Museu de Arte Moderna de São Paulo (MAM) destaca a la artista Judith Lauand, objeto de la “exposición antológica” Judith Lauand: Experiências. Comienza con una descripción de una serie de dibujos —realizados con pintura, tinta, gouache, pegamento, xilografía, tapiz, bordado y escultura— elegidas para inaugurar la muestra como ejemplo de expresión del “espíritu experimentalista” de la artista. Pese a ser conocida como artista concreta asociada con el Grupo Ruptura de São Paulo, el curador Celso Fioravante quería acentuar su compromiso con otros estilos tras la década de 1950, “como el pop y la abstracción informal, siempre con mucho espíritu crítico y sensibilidad estética”. En vez de presentar una retrospectiva, Fioravante prefirió hacer conexiones entre tales estilos diversos “en tránsito entre el abstraccionismo geométrico e informal”. Según la opinión de la propia artista, Lauand, la única mujer invitada a formar parte del Grupo Ruptura, incorpora “un poco de todos los concretistas, y ‘mucho más que cualquiera de ellos’”.
Lauand pasa a comentar, mientras hace un pastel de chocolate, la relación entre religión y concretismo, el papel histórico de Max Bill y Josef Albers, su estancia en Europa y su desconocimiento de las vanguardias europeas, el ambiente social y político del concretismo en Brasil, las reuniones y los desacuerdos entre los grupos paulistas y cariocas, y cómo fue crecer con nueve hermanos y hermanas. A los 89 años de edad continuaba pintando todos los días, captando la luz vespertina en su estudio.