La periodista Teresa Alvarenga entrevista a Omar Carreño con motivo de sus cincuenta años de vida. La conversación parte de los intereses actuales del pintor y escultor venezolano, tanto en su trabajo plástico como en su formación académica. El artista reflexiona sobre su interés en la participación del espectador en la configuración de la obra, como base de sus postulados sobre la “obra transformable”. En este punto, se trata de aclarar la originalidad del planteamiento de Carreño con respecto a ideas similares propuestas por el artista cinético israelí Yaacov Agam en la misma década. El recorrido por la trayectoria de Carreño toca, necesariamente, la etapa del Movimiento Expansionista; sus etapas, sus exposiciones y la publicación de sus tres manifiestos. Finalmente, Carreño señala sus expectativas frente a las obras de participación y la imposibilidad de realizarlas por dificultades de orden técnico.

En 1977, el pintor y escultor venezolano Omar Carreño (n. 1927) cumple cincuenta años de vida. Esta entrevista —realizada por la periodista Teresa Alvarenga— indaga la trayectoria del creador en un momento particular. Tras explayar sus ideas sobre la obra transformable en la década del cincuenta, Carreño lleva adelante el movimiento expansionista a lo largo de los años sesenta, con intensa actividad teórica (a través de manifiestos) y una importante presencia expositiva. En este punto, la década de setenta parece consolidar ya conceptos promovidos en la década anterior: en este período, Carreño refuerza sus planteamientos sobre obra transformable y sigue adquiriendo aceptación por parte de la institucionalidad. De igual modo, Carreño mantiene su participación en la escena expositiva aunque, según indica, su salud le impide trabajar en los nuevos proyectos. Probablemente es esta circunstancia la que plantea un regreso de Carreño a la pintura sobre el plano convencional; la cual saldrá a la luz hacia mediados de los ochenta. En todo caso, la mirada retrospectiva sobre el movimiento expansionista carece, en este texto, de un carácter nostálgico o de proyecto truncado: las ideas expansionistas parecen tener todavía una condición de posibilidad en las futuras tecnologías y, en ese sentido, su componente teórico parece aguardar mayores alcances.

El tema de la originalidad sigue siendo fundamental en la legitimidad de los movimientos artísticos; aquí, se trae a colación el incidente sobre quién fuera el primero en experimentar una obra transformable, si Omar Carreño o Yaacov Agam. El debate sobre la novedad de los conceptos parece desplazarse hacia una tensión entre lo local y lo foráneo, entre el reconocimiento de los talentos nacionales y la aceptación de las corrientes europeas; una demanda constante en la obra de los artistas latinoamericanos de esta década.

[Respecto al manifiesto expansionista firmado por Omar Carreño y un grupo de artistas venezolanos, consúltese el archivo digital ICAA: “Expansionismo: Manifiesto 1” (doc. no. 1157270) y “Expansionismo: Manifiesto 2” (doc. no. 1157254); y para una reflexión sobre el lenguaje plástico desarrollado por Omar Carreño, véase el ensayo “La construcción de lo visual en Omar Carreño”, del propio Guédez (doc. no. 1157401)].