De la revista (tabloide) bilingüe (español-inglés) Buzón de Arte/Arte de Buzón, editada y dirigida por el artista Diego Barboza (1945–2003), solamente se publicaron dos números, uno en enero y otro en marzo (Caracas, 1976). En la página editorial del presente documento (primer número de la revista), Barboza señala el dar cabida a manifestaciones de arte no comercial, las cuales, a nivel internacional, amplíen comunicaciones por la vía del lenguaje creativo; destaca haber recibido variedad de trabajos, tantos que “se ha pensado publicar números que giren alrededor de un solo tema”; un proyecto editorial que lamentablemente no se llevó a cabo.
Junto a los venezolanos Dámaso Ogaz, Oscar Sjostrand, Alexis Yánez y el propio Barboza, colaboran en este número Clemente Padín y Jorge Caraballo (Uruguay); Klaus Groh, Roger Steinweg y Robert Rehfeldt (Alemania); Peter van Beveren (Holanda); Edgardo Antonio Vigo y Horacio Zabala (Argentina); Haroldo González (Sudáfrica); Herve Fischer (Brasil); Antonio Ferro y Peppe Pappa (Italia); el grupo Coum Transmissions y Pauline Smith (Inglaterra). Cada colaboración está firmada y lleva la dirección del artista, dato fundamental en estas obras.
[Consúltese en el archivo digital ICAA, del propio Barboza, el editorial “Amigos” (doc. no. 1102014) publicado en el nº 2 de la revista Buzón de Arte/Arte de Buzón (Caracas, marzo, 1976)].
La importancia del Buzón de Arte/Arte de Buzón como documento antológico es indudable desde el punto de vista conceptual y visual ya que es representativo del momento de auge del arte de correo. Artistas como el argentino Vigo publicaron extensos artículos en ambos números [véase: “Arte-correo: una nueva forma de expresión” en el primero (aunado con Zabala) (doc. no. 1154763); y “Arte-correo: una nueva etapa en el proceso revolucionario de la creación”, en el segundo número (doc. no. 1102031)]. La publicación de ambos números es una de las iniciativas editoriales, artísticas y de comunicación más importantes en la Venezuela de los setenta; sin duda, producto del talento y compromiso social de Barboza. Da cuenta de la importancia política que tuvo el arte de correo a mediados de esa década operando como una alternativa artística comunicativa de vanguardia.