Este artículo resulta muy valioso por ser uno de los pocos documentos de la época en que se manifiestan las intenciones de los miembros del Taller 4 Rojo de crear una escuela paralela al Taller de Artes Gráficas, ubicado en el barrio La Candelaria, en Bogotá. Este grupo de trabajo interdisciplinario formado por Diego Arango (n. 1942), Nirma Zárate (1936–99), Umberto Giangrandi (n. 1942) y Jorge Mora se consolida a partir de 1972, disolviéndose dos años después (1974) por diferencias políticas entre ellos. Al paso del tiempo, desarrolló diversos trabajos connaturales a un taller de grabado: por un lado, realizó múltiples originales firmados de gran contenido político y narrativo; y por otro, material con propaganda política al servicio de la lucha de los movimientos sociales del período. Por último, también produjo afiches y carteles que divulgaban eventos o exposiciones para instituciones culturales de la capital colombiana como el Museo de Arte Moderno y la Biblioteca Luis Ángel Arango.
Este grupo tuvo sus orígenes en un momento de gran inconformidad social frente a los cuatro gobiernos del Frente Nacional que finalizaba en 1974 (el Frente Nacional fue una alianza política entre los dos partidos tradicionales, el Liberal y el Conservador, que degeneró en gobiernos involucrados en gran corrupción, desatención a las necesidades de las clases bajas, e intolerancia a cualquier tipo de oposición a través de la represión). El grupo surgió en el primer lustro de los setenta, época donde los movimientos sociales tomaron gran fuerza a través de una rigurosa organización, y dentro de los cuales el estudiantil fue protagonista. De esta manera el Taller 4 Rojo funcionó como un lugar de articulación de ideas políticas y de oposición a los gobiernos tanto de Misael Pastrana Borrero (1970−74) como los inicios del cuatrienio de Alfonso López Michelsen (1974−78). Desde el punto de partida de “lo visual”, el grupo propuso un tipo de imagen realista en la que la fotografía sirvió de insumo para el montaje, las temáticas trabajadas tenían que ver con asuntos álgidos de la época como la guerra de Vietnam, o retomar íconos políticos como el de la líder obrera de los años veinte María Cano (1887−1967), del indígena Manuel Quintín Lame (1880−1967), preso político en los años veinte, o de Camilo Torres (1929−66), el sacerdote mártir, muerto en la lucha armada con el ELN (Ejército de Liberación Nacional).
El presente texto está estrechamente vinculado a los siguientes documentos: “El debate queda abierto. ¿La clase intelectual participa en el cambio social o se beneficia con la miseria?” [véase doc. no. 1102659]; “Folleto del Taller Escuela de Artes Gráficas 4 Rojo” [doc. no. 1135790]; y “Testimonios: Giangrandi, Granada, Rodríguez” [doc. no. 1130853].