El presente texto de la periodista Lisette Lagnado analiza el montaje que fue elaborado para la XX Bienal Internacional de São Paulo. Lo hace por medio de asuntos en torno al vínculo obra/ espacio, partiendo de la relatividad de los roles que ejercen artistas, curadores, arquitectos e incluso el público a lo largo del montaje. El problema, a juicio de Lagnado, es primordial para que cualquier tipo de público entienda el arte contemporáneo, subrayando que la función de la Bienal próxima girará en torno de esa adecuación obras/espacio y viceversa. La autora impugna radicalmente tanto la idea de montaje (todavía por países representados) como por “analogía de lenguaje” como si fueran las únicas posibles al alcance. El propio edificio de la Bienal abre otras posibilidades. Lagnado da ejemplos de soluciones espaciales (a su juicio, equivocadas), señalando desde deficiencias de iluminación y circulación hasta equívocos respecto a los nexos espaciales de obras diferentes, obras individuales y espacio circundante. En su parte final, el artículo se concentra en enfocar la curaduría respecto a los problemas de montaje, una vez que la cercanía espacial de todos los representantes brasileños a esta vigésima bienal ayudó a reforzar una visión neocolonialista y estereotipada del arte brasileño.

A través de este avalúo de la XX Bienal Internacional de São Paulo, se pueden percibir algunos de los criterios curatoriales que la autora, Lisette Lagnado, utilizará posteriormente al tomar las riendas de la XXVII versión de la bienal paulistana en el momento que fueron forjados. En la edición vigésimo séptima a su cargo ya fue abolida la representación por nacionalidades, quebrando así criterios geopolíticos en cuanto a recepción artística; además, se evitó la “analogía por lenguaje” (algo que fue exacerbado en la XVIII Bienal a cargo de Sheila Leirner). Evitando caer en esos lugares comunes, se reordenó el flujo de público en el recinto aprovechándose la entrada original (lateral) del edificio.

La crítica de arte y curadora Lisette Lagnado (n. 1961) se desempeña también como docente. Su trayectoria da inicio en la década de los ochenta y se impregna de un diálogo con la reciente producción contemporánea; desarrolló una importante actividad en el llamado Projeto Leonilson creado poco después del fallecimiento del artista (1994), con el propósito inicial de organizar un Catalogue raisonné de su obra para mejor divulgarla. Entre otras realizaciones, destaca su curaduría de la XXVII Bienal Internacional de São Paulo (2006).

[Como lectura complementaria, véase en el archivo digital ICAA otro par de textos de Lagnado: “La instauración, entre la instalación y la performance” (doc. no. 1111435); y “Desejo de servir = Serving desire” (doc. no. 1111262). Están disponibles también sus entrevistas con Sheila Leirner (doc. no. 1111294); Fernando Millan (doc. no. 1111293); Thomas Cohn (doc. no. 1111322); y José Leonilson (doc. no. 1110768)].