El filósofo checo Vilém Flusser (1920–91), huyendo del nazismo, se radicó en Brasil (São Paulo) durante casi dos décadas; irónicamente, regresó a Europa en 1972 a partir del endurecimiento de la dictadura militar brasileña (1964–85) y, obviamente, del clima opresivo que vivía el país. Es el autor de una serie de estudios en torno a la filosofía del lenguaje, en los cuales se traba una muy intensa reflexión sobre los nexos existentes entre el hombre contemporáneo y las más nuevas tecnologías de la imagen. El presente artículo integra un conjunto de trece ensayos, publicados en la revista Íris (1982–85), época del paulatino regreso a la democracia cuando él ya vivía en el exterior. A juicio de Ricardo Mendes, autor de una disertación académica sobre el pensador checo, sus ideas cobran importancia en Brasil, trayendo oxígeno, sobre todo, a la atmósfera rarefacta en que siempre se movió la fotografía; una época en el país donde predominaba el pensamiento teórico posestructuralista y semiótico con dos figuras que descollaban: Roland Barthes y Susan Sontag. En ese período, Flusser tuvo contacto con dos divulgadores de su propia teoría, Stefania Bril y Arlindo Machado (ambos críticos de cuño periodístico en los principales diarios de la ciudad de São Paulo); además, su obra tuvo bastante repercusión entre algunos artistas-investigadores.
Flusser es parte integral de la primera generación de docentes y teóricos de la comunicación en Brasil. La invasión nazi de Checoslovaquia provoca la interrupción de sus estudios. Autodidacta, tuvo, sin embargo, en su formación filosófica el parámetro de Martin Heidegger y, obviamente, de la fenomenología oscilante entre el ser y el tiempo. Desde los años sesenta, se hace sentir con su pensamiento en el medio académico y periodístico. Se establece en São Paulo desde 1941 y, posteriormente, se nacionaliza brasileño. Es uno de los profesores fundadores de la ECA-USP (Escola de Comunicação e Artes da Universidade de São Paulo). Fue colaborador de la Revista Brasileira de Filosofia y produjo artículos para el suplemento literario de O Estado de S. Paulo. En 1972 regresa a Europa, manteniéndose activo hasta el final de su vida. Flusser participó de innumerables seminarios y conferencias, amén de publicar libros (traducidos al alemán, francés e inglés) y de suministrar cursos en el área de comunicaciones. Filosofia da Caixa Preta [Filosofía de la caja negra] es, sin duda, una de sus más importantes obras; editada originalmente en alemán (Göttingen, Alemania, 1983), el propio autor la tradujo al portugués.
Durante breves estadías en la ciudad de Nueva York en los años setenta, Flusser analizó la obra producida entonces por Antonio Henrique Amaral (1935?2015) —aquella temática de plátanos sobre lienzo que, con el tiempo, estigmatizó su pintura— (véase “Campos de batalha: tornar visível o invisível ? mudar nossa maneira de viver” [doc. no. 1111050]). En lo referente a otros textos de Flusser sobre fotografía consúltese, también, “O instrumento do fotógrafo ou o fotógrafo-instrumento?” de 1982 [doc. no. 1110899]; y, posteriormente, de 1983 “O futuro e a cultura da imagem” [doc. no. 1110898].