Frederico [de] Morais (n. 1936) es una de las personalidades marcantes de la crítica de arte en el Brasil. Inicia sus actividades críticas primero vinculado al cine en Belo Horizonte con materias culturales en varios periódicos de esa ciudad, desde entonces adoptando una actitud en defensa de las manifestaciones no convencionales del arte y el cuño experimental de las vanguardias. Hacia 1967 se traslada a Río de Janeiro donde, como periodista, fue crítico de arte durante años, tanto en el Diário de Notícias como en O Globo, ambas en esa ciudad. Fue uno de los críticos “comprometidos” más actuantes en las décadas de los sesenta y setenta, habiendo apoyado diversos movimientos y exposiciones de vanguardia de aquella época, además de fungir como curador en ellas. El surgimiento de la Geração 80 lo lleva a ciertas reconsideraciones políticas y reajustes teóricos.
José Leonilson [Bezerra Dias] (1957−93), nativo del estado de Ceará, en el noreste brasileño, emigró internamente hacia la ciudad de São Paulo donde se desarrolla su formación y posterior trayectoria artística. Es uno de los máximos representantes de la llamada “Geração 80” que trae a colación, en ese momento de incertidumbre, la llamada “vuelta a la pintura”, similar a la agitación de las vanguardias que sólo se aplaca, parcialmente, con el “retour à l’ordre”. En efecto, la de los ochenta era una práctica hedonista que rechazaba de manera ostensiva el racionalismo del arte conceptual, predominante en la década anterior. Implica, en esencia, una producción de cuño intimista donde la cuestión de la identidad choca con la presencia inminente de la muerte, una figura insoslayable que desencadena el saberse portador del virus del SIDA.
Para más información sobre Leonilson, uno de los emblemas de dicha generación, consulte de Lisette Lagnado “Entrevista com o artista: a dimensão da fala” [doc. no. 1110767] y “Leonilson: símbolos coloridos” [doc. no. 1110768], así como el ensayo de Sônia Salzstein “As palavras e as coisas” [doc. 1110769].