A juicio de la autora, Sônia Salzstein, la obra de Leonilson permite identificar parámetros conceptuales desde los cuales es posible ver parte del arte contemporáneo. Observa que el empleo de títulos o textos (inscritos en sus pinturas) sugiere un deseo de complicidad con el espectador, expresado tenuemente en evocaciones ecológicas, cívicas o dramáticas, hechas vía procedimientos tibios y distantes. Detecta en ello la inteligencia de la ambigüedad y la duda, que vislumbra en el arte contemporáneo, lo cual queda manifiesto con una equivalencia entre seres naturales y artificiales, entre imágenes y textos. En opinión de Salzstein, el propio artista abdica su derecho al ejercicio pictórico por medio del proceso de la implacable equivalencia del sujeto a los objetos; algo que el arte Pop ya se había propuesto antes. Pese a las afinidades de Leonilson con el arte Pop, sus obras no se deben a dicho raciocinio al constituirse de grandes planos vacíos que se entregan a la propia evidencia material de la tela —casi sin materia pictórica—.

Análisis profundo de la pintura del brasileño José Leonilson [Bezerra Dias] (1957−93), el presente texto sitúa al artista en el contexto contemporáneo del arte, abriendo la posibilidad de un entendimiento más amplio de sus procedimientos ante la noción de “trabajo”; refiriéndose tanto a la obra como a los procedimientos artísticos involucrados en ella. Se hace referencia a tres exposiciones simultáneas de Leonilson en diferentes estados brasileños: en la Galeria Luisa Strina (ciudad de São Paulo); en la Gesto Gráfico (Belo Horizonte, Minas Gerais); y en Espaço Capital (Brasilia, DF).

Leonilson, nativo del estado de Ceará, en el noreste brasileño, emigró internamente hacia la ciudad de São Paulo donde logra su formación y posterior trayectoria artística. Es uno de los máximos representantes de la llamada “Geração 80” que trae a colación, en ese momento de incertidumbre, la llamada “vuelta a la pintura”, similar a la agitación de las vanguardias que sólo se aplaca, parcialmente, con el “retour à l’ordre”. En efecto, era una práctica hedonista que rechazaba de manera ostensiva el racionalismo del arte conceptual, predominante en la década anterior de los setenta. Implica, en esencia, una producción de cuño intimista donde la cuestión de la identidad choca con la presencia inminente de la muerte; una figura insoslayable que se desencadena en Leonilson al saberse portador del virus del SIDA.

La autora, Sônia Salzstein, crítica de arte e investigadora, se destaca por su actuación incisiva sobre el circuito artístico y la historia del arte. Entre los años 1989?92 tuvo a su cargo el sector de artes plásticas que alberga el Centro Cultural São Paulo, donde implementó un programa de interés volcado hacia la revelación de jóvenes artistas. Es profesora del Departamento de Artes Plásticas de la ECA-USP (Escola de Comunicações e Artes da Universidade de São Paulo). 

Para más información sobre el artista puede consultar el libro de Lisette Lagnado, “Leonilson: são tantas as verdades” (São Paulo Melhoramentos, 1998), segunda edición; y de la misma autora, su entrevista con Leonilson [doc. no. 1110767] y el ensayo “Leonilson, símbolos coloridos” [doc. no. 1110768].