Waldemar Cordeiro se percata del surgimiento de una nueva figuración a partir del conjunto de obras expuestas en la VII Bienal Internacional de São Paulo (1963), última antes del golpe militar. Está convencido de que el arte moderno ha llegado a “un estado pragmático” tanto de comunicación como de consumo, con lo cual se inaugura un “período semántico” que lo acerca a los acontecimientos sociopolíticos. Trae a colación que ya sea el arte informal como los objetos antiarte realizaron una crítica eficaz en torno a “la bella forma”; de tal modo, que los elementos presentes en la nueva figuración —lo aleatorio y el rol activo del espectador— constituyen, de hecho, un paso determinante en dirección hacia una realidad total. La “cosa” (el objeto), vehículo de enajenación, pasa a constituir la obra de arte; la cual, transformada en información, pasa a ser elemento de montaje. El tema en cuestión, por lo tanto, implica la producción industrial, el paisaje creado por la técnica mediadora del hombre moderno; a juicio de Cordeiro, lo que es capaz de generar un realismo extremo es la inserción del objeto mismo y no su representación.  

Tras haber participado de manera directriz en las premisas del movimiento concreto desarrollado en São Paulo, durante la década de cincuenta —en especial con el lanzamiento del “manifesto ruptura” (1952) que él redacta en equipo [véase archivo digital ICAA (doc. no. 771349)]— en la década siguiente, con el surgimiento de arte Pop y de los nouveaux réalistes, Waldemar Cordeiro (1925-73) replantea su enfoque. De ese modo, el artista se interesa por la nueva figuración, la cual ve descollar, en general, por medio de varias participaciones internacionales en la VII Bienal de São Paulo (1963); su interés, no obstante, está filtrado por su concepto de arte concreto semántico. Al respecto hay varios ensayos de Cordeiro: “Arte concreta semântica” (doc no. 1110835), y “VII Bienal: ‘nova figuração’ denuncia a alienação do indivíduo” (doc. no. 1110838)] En los sesenta, desarrolla la serie “popcretos” valiéndose de una apropiación recontextualizada (no es un ready-made) de objetos de uso común: puertas, mesas, hachas… En este texto, Cordeiro ilustra tanto su interés por una nueva lectura del objeto como muestra el factor significante de “la apropiación” siempre y cuando no se aísle y participe del montaje de los objetos como innovadora propuesta artística. 

El combativo pintor, diseñador, paisajista y crítico de arte, Waldemar Cordeiro, había llegado al Brasil desde su nativa Roma en los años posteriores al final de la Segunda Guerra Mundial. Desde finales de la década de cuarenta, empieza a divulgar sus ideas en la prensa escrita nacional. “O objeto” (doc. no. 1086891) es paradigmático de las ideas defendidas por el artista en ese período de vastas confrontaciones plásticas en Brasil. A partir de la idea de “lo concreto” en función de su autorreferencialidad —concepción del arte como objeto real y absolutamente autónomo— Cordeiro va desatando discusiones de toda índole con artistas y críticos de la época. En especial con el poeta, periodista y crítico de arte [José Ribamar] Ferreira Gullar (n. 1930), quien reivindica la dimensión subjetiva del arte; esbozos de su “Teoria do não-objeto” (doc. no. 1091374) y de lo que será más tarde, en Rio de janeiro, el movimiento neoconcreto.