En este texto, Lygia Clark se plantea una rehumanización del arte a partir de la valoración de las propuestas en que el cuerpo opera como eje motor. La idea “pontificia” del artista que pone de lado su autoría la conducirá a las experiencias más radicales del final de su trayectoria, en la cual el objeto sirve, tan solo, como elemento “relacional” de sensaciones. En efecto, a partir de los años sesenta, su obra empezó a adquirir un acentuado cuño experimental donde lo que predomina es el “redescubrimiento del individuo vía experiencias participativas que, en la década siguiente, llegarán al extremo de asumir una función ‘terapéutica’”.
La trayectoria de la artista brasileña Lygia Clark (1920–88) se extiende desde finales de los años cuarenta hasta la década de los ochenta. Tras una breve producción de lienzos con temas de índole figurativa en los cincuenta, Clark se une a un grupo de artistas de Río de Janeiro (inicialmente conocido como Grupo Frente y encabezado por Ivan Serpa) que, siguiendo los pasos de São Paulo, pasan a integrar el movimiento de arte concreto en Brasil. El texto del crítico de arte Ferreira Gullar, bajo el título de “I Exposição Nacional de Arte Concreta: 2 ? O grupo do Rio” [doc. no. 1090217], describe y comenta las obras producidas por Clark y demás participantes de la muestra de 1956. Al final de esa década, ella pasa a configurar el movimiento radicalmente cuestionador de la postura concreta (bajo el inusitado prefijo de “neo”), el cual sale a la luz con el lanzamiento del “Manifesto Neoconcreto” (1959) redactado por Ferreira Gullar y con artistas como Franz Weissmann, Amílcar de Castro, Lygia Pape, Reynaldo Jardim (dedicado a asuntos teatrales) y el poeta Theon Spanudis, participantes de la mencionada I Exposição de Arte Neoconcreta (1959) en Río.
A su vez, Ferreira Gullar también ponderó la obra de Clark como si fuera un transcurso en su texto de 1960 titulado “Do quadro ao não objeto” [doc. no. 1091272]. Para un análisis crítico en torno a su trayectoria artística en el ámbito internacional hasta la década de los ochenta, consúltese el ensayo de 1994 “Lygia Clark: In Search of the Body” [doc. no. 1232526], escrito por el curador inglés y crítico de arte Guy Brett, quien acompañó la carrera de la artista desde sus primordios.