Una de las pocas artistas brasileñas que traza un nexo con el movimiento surrealista es Maria Martins (1894–1973). Viviendo en Nueva York en la década de los cuarenta (casada con el embajador Carlos Martins, íntimo amigo del presidente Getúlio Vargas), la escultora tuvo oportunidad de conocer directamente a escritores y artistas, entre ellos a André Breton, Marcel Duchamp, Yves Tanguy y Max Ernst. Posteriormente, (con la transferencia diplomática a París) conoció al autor de este texto, Benjamin Péret y al pintor Amédée Ozenfant. En el documento, Péret destaca los vínculos de estas esculturas con la propia naturaleza amazónica, siendo que sus métodos de modelado son semejantes al modo como la naturaleza opera la materia. En el caso brasileño, el proceso sugiere la noción de un mundo en gestación.
Entre 1929 y 1931, Péret radicó en el Brasil. Volvió posteriormente (1955–56) y en ambos períodos hizo excursiones etnográficas a las regiones norte y noreste del país, publicando algunos artículos sobre sus investigaciones en la prensa nacional. Desde la década de 1920, Péret estuvo en contacto con escritores ligados al movimiento antropófago —Mário de Andrade a la cabeza— llegando a publicar sus poemas en la Revista de Antropofagia (1929). [Léase a este respecto el texto de Péret “Candomblê e makumba” (doc. no. 1110370)].
[Como lectura complementaria, véanse en el archivo digital ICAA los textos “Amazonia” (doc. no. 1110396); de André Breton (sin título) [“L’esprit, durant ces dernières années...”] (doc. no. 1110397); de Clement Greenberg “Review of a Group Exhibition at the Art of This Century Gallery, and the Exhibitions of Maria Martins and Luis Quintanilla.” (doc. no. 1110399); de Jorge Zarur “The Legend of the origin” (doc. no. 1110400); y de Murilo Mendes (sin título) [“A ação de Maria como escultora (…)”] (doc. no. 1110395)].