Este capítulo, “Artistas y obras en la exposición”, está compuesto por la selección de obras escogidas para la curaduría de Historia, Escenas e intervalos: fotografía y video en el marco del Proyecto de investigación de arte contemporáneo colombiano Pentágono 2000, organizado por la dirección de Artes Visuales del Ministerio de Cultura.El texto se estructura en cinco secciones donde se establece un diálogo entre los conceptos desarrollados y sustentados en la investigación teórica realizada por Juan Fernando Herrán. A su vez, articula las obras seleccionadas para analizar, con juicio crítico, la relación del documento, la historia y su nexo con el arte. En la primera sección “La historia, la subjetividad y la política”, se presenta el caso de los fotógrafos colombianos Benjamín de la Calle y Lino Lara, quienes, sin haberse definido como artistas, lograron (con sus retratos y registros a inicios del siglo XX) relevancia por sus enfoques visuales, razones suficientes para integrarlos como artistas en la muestra. De esta manera, Herrán los contrasta con artistas contemporáneos del país como Carmenza Estrada y su video How to make South American men quiet [Cómo acallar a los hombres suramericanos] y otros videoartes configurados con base en imágenes de archivo de hechos históricos nacionales: Carga Descarga de Adriana Arenas y Sinfonía de entropía de Andrés Burbano y Fredy Arias. En la segunda sección, “Escenas”se refiere a la puesta en escena y al montaje, como elementos relevantes y medios técnicos del proceso de configuración de la obra, la “organización formal de los elementos” o retomar imágenes que provienen de la violencia como es visible en la serie Corte de florero (1997) de Juan Manuel Echavarría y en la obra Lazos familiares de Germán Martínez. Ambas son fuertes referencias espaciales y experimentación con la técnica en la serie de el Faenza,las obras Guerreros (1987) o Caño Limón (1992)de Miguel Ángel Rojas, Cortinas de baño de Oscar Muñoz, Con la mirada en el cielo de Beltrán Obregón y los video arte Belencito Corazón de Juan Fernando Ospina y Reel de Alejandro Mancera. La tercera sección muestra obras que aluden al tópico El Cuerpo: Pornotopía 11 de Carlos Salazar, Top Model # 3 de Clemencia Poveda y Apetitos de familia de Clemencia Echeverri. En la cuarta sección sobre documentalismo, se exhiben tanto Amparo Amaya y La arepa de Diego García,Oscar Campo, Luis Ospina y Carlos Mayolo. Finaliza el capítulo con la sección“Ficciones”; son obras estructuradas a partir de “la manipulación visual y el artificio”. Se incluyen Spejo de agua-Caronte de Edgar Quiroz y el análisis de la obra de Rodrigo Facundo, además de citar los videos de Marcelo A. Villada y Gilles Charalambos. El texto cuenta con una bibliografía relevante, con textos sobre la fotografía en Colombia.

En términos de memoria curatorial se puede definir la pertinencia de este texto, dadas las características de registro tanto a nivel teórico, visual como explicativo de la selección de las obras participantes. El marco metodológico del evento Pentágono respondió a una alternativa a las discusiones sobre la historia y metodología curatorial generada en torno al 37 Salón Nacional de Artistas de 1998, último salón realizado en el siglo XX en Colombia. A diferencia de estos salones que convocaban un gran número de artistas, el enfoque curatorial del Proyecto de Investigaciones sobre arte contemporáneo en Colombia, privilegió “un espacio de análisis” que condujo a los curadores a decantar procesos, identificar tendencias y hacer una selección notable que es visible en cada uno de los textos de la muestra (véase doc. no. 1099666, 1099681 y 1093916). Otra razón para argumentar la relevancia de este texto radica en la reflexión curatorial que plantea Juan Fernando Herrán, por conferir especial interés al estudio alrededor del documento y los archivos; una estrategia para interpretar algunos fenómenos de carácter social y explorar nuevas reflexiones que enriquezcan la práctica artística, en particular la del video y la fotografía. Asímismo, el curador es claro al asumir, sin pretensiones, su decisión de auscultar una mirada que une al fotógrafo y al artista. Así lo ejemplifica en la figura del fotógrafo Benjamín de la Calle, al incluirlo por su forma particular de disponer los cuerpos para transmitir significados trascendentes.   

Cabe resaltar otros estudios sobre video y fotografía en Colombia, tales como “Aproximación a una Historia del Videoarte en Colombia” (véase doc. no. 1130869), de Gilles Charalambos (n. 1958), quien la aborda a partir de eventos, del artista y de las exposiciones significativas desde finales de la década de setenta hasta el año 2000 (en su página web: www.Bitio.net/vac). Se incluye el texto de la curaduría sobre video arte de José Ignacio Roca (n. 1962), Face Value 2002; en él, el crítico anota cómo, en las obras seleccionadas, se plantea una reflexión sobre la noción de identidad (doc. no. 1099516).   

Herrán es artista plástico, egresado de la Universidad de los Andes de Bogotá. Adelantó la Maestría en Artes en el Chelsea College of Art de Londres gracias a la beca “Jóvenes Talentos del Banco de la República”. Desde 1992, Herrán exhibe su trabajo artístico internacionalmente en innumerables bienales y muestras tanto individuales como colectivas.