Tres textos vertebran el catálogo de la exposición Soto. Estructuras Cinéticas, presentada en el MBA (Museo de Bellas Artes) de Caracas en 1957, y constituye tanto la primera individual del artista plástico venezolano Jesús Soto (1923–2005) en Caracas, como fuera de territorio europeo. A pesar de su corta extensión, los textos resultan fundamentales, por ser primeras impresiones sobre un artista innovador en el ámbito del arte abstracto-cinético. Corresponde con una etapa inicial y fundamental de la obra Soto, cuando se encuentra todavía presente el plexiglás, utilizado como recurso para la superposición de planos gracias a la transparencia. Poco tiempo después, ese material sería abandonado por Soto debido a sus propiedades reflectantes, pues se agregaban a la obra elementos externos ajenos a la voluntad del artista, los cuales interferían con la percepción pretendida. A raíz de esto, buscaría otros materiales opacos y comenzaría a trabajar con el metal. El texto de Guillermo Meneses (1911–78), reconocido escritor y crítico de arte venezolano, destaca por ser una persona que, aún siendo escritor, estuvo muy ligado al mundo del arte contemporáneo venezolano, las nuevas tendencias y sus propuestas. Meneses resalta la voluntad de Soto por superar dificultades inherentes al arte contemporáneo. El autor refiere, por último, la polémica surgida durante esos meses, sobre la validez del movimiento plástico-abstracto como legítima propuesta del arte contemporáneo, desligándola completamente del arte figurativo y tradicional. Por otra parte, el escrito de Carlos Raúl Villanueva (1900–75), destaca por que en ese mismo año Soto colaboró con el arquitecto venezolano en el proyecto de Síntesis de las Artes, llevando a cabo en el recinto de la Ciudad Universitaria de Caracas, por medio de la Estructura Cinética, ubicada en la Facultad de Arquitectura. El artista plástico francés de origen húngaro Víctor Vasarely (1906–97) conoció y entabló amistad con Soto a la llegada de éste a París a inicios de los cincuenta; aunque —pese a pertenecer a su misma generación y con inquietudes artísticas similares— nunca llegaron a congeniar, ya que la preocupación principal de Soto fue conseguir una abstracción completamente separada de la forma, cuyos elementos no tuvieran ningún interés sino tan sólo los nexos, mientras que Vasarely trataba de “enriquecer la forma" que torna el arte abstracto en un arte dibujístico. Vasarely fue igualmente uno de los artistas invitados por Villanueva (en 1957) para formar parte del proyecto de integración artística de la Ciudad Universitaria de Caracas. [Para otros textos críticos sobre la obra de Soto, consúltese el archivo digital ICAA: “Sin título. [Texto del catálogo Vibrations by Soto en The Kootz Gallery 1965]” (doc. no. 1069781); “En la Bienal de Córdoba: Definiciones del venezolano Jesús R. Soto. Aporte americano al arte universal” (doc. no. 772726); “Soto” (doc. no. 1080690">1080690); y “Les pénétrables de Jesús Soto ou le recours a l'archaïque = Los penetrables de Jesus Rafael Soto o el recurso de lo arcaico” (doc. no. 805856); “Las Estructuras cinéticas de Jesús Soto” (doc. no. 850667); y el texto de Guillermo Meneses “Soto” (doc. no. 1080690">1080690)].