July 26, 2022
Luz Muñoz, Jefa de Catalogación del ICAA, participó en los primeros esfuerzos de sistematización documental del arte contemporáneo chileno. Dada la realidad que los fondos documentales locales eran pequeños y fragmentados, ella reconoció que una copia digital “permite preservar, resguardar el patrimonio.” En este blog dividido en dos partes, Muñoz reflexiona sobre la historia temprana y el proceso colaborativo del Proyecto de Documentos del ICAA. Haga click aquí para leer la segunda parte.
En la fase uno, que comprendió un período de varios años que partió el 2003. El proyecto se planteó el desafío de trabajar con instituciones y equipos de investigadores especializados desde cada país en América latina y con algunas bases de investigación con lo Latino en los Estados Unidos. La selección de los documentos en los países involucrados fue realizada por investigadores locales y cada equipo fue liderado por un coordinador. Estos grupos de investigadores estaban asociados a una institución de investigación o académica en sus países, con los que el ICAA trabajaba a través un convenio de colaboración en el proyecto de documentos.
De la misma manera se conformó un equipo editorial del proyecto con representantes de cada uno de los países participantes, que trabajaron junto a la Directora del ICAA, Maricarmen Ramírez y su equipo en el Museo MFAH.
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Desde América Latina y específicamente desde Chile, se llevó a cabo una selección de documentos aplicando estrategías, según las realidades locales. En la pesquisa y selección de documentos, se consideraban los aspectos y definiciones editoriales que se habían descrito previamente por los especialistas que formaron parte del equipo editorial.
El trabajo en terreno implicó abordar desafíos y dificultades, esta primera parte del proceso se realizó con el esfuerzo, conocimiento y redes de los investigadores locales. Encontrar los documentos supuso sortear dificultades, por un lado debido a la precariedad de los sistemas y de las instituciones chilenas en ese momento, la falta de políticas de archivos existentes desde los organismos centrales, cómo también y más preocupante la falta de voluntades políticas de parte de las instituciones o gobiernos locales.
La realidad era que los fondos documentales de la historia del arte local eran pequeños y fragmentados. Otro problema era la falta de recursos, para que las bibliotecas o centros de documentación pudieran procesar sus colecciones, muchas veces según testimonios de los mismos profesionales. Pasaban años antes de que pudieran salir los documentos o archivos de las cajas en que primariamente llegaban a las instituciones y todo ese tiempo por supuesto, sin acceso a los usuarios.
Dada esta realidad, los investigadores del proyecto de documentos muchas veces accedían a los documentos o archivos a través de fondos o archivos privados de los propios artistas, críticos, o autores, si estaban vivos o de algún familiar que conservará estos materiales, si había suerte, para acceder ellos si estaban muertos.
El momento en que los archivos comenzaron a ser un tema de interés se estaba instalando en el continente en esos años. Pero en Chile en ese momento recién comenzaba.
Desde mi experiencia en el año 2000, tuve la oportunidad de trabajar justamente a cargo de la documentación del proyecto de exposición Chile 100 años, Tercer periódo, asistiendo al curador a cargo, Justo Mellado. Lo que me dio la posibilidad de experienciar directamente la problemática de acceder a los documentos y archivos que eran necesarios para la exposición, me di cuenta de la gran dispersión que había de documentos de la historia del arte Chileno. En esa exposición montamos una sala de archivos, lo que fue también un aporte nuevo en las exposiciones de arte contemporáneo de ese momento.
En Chile participé de lo que fue un primer momento de pensar en cómo sistematizar los documentos y archivos de arte contemporáneo chileno. Con Paula Honorato, que nos conocimos en el marco de Chile 100 años, ella fue parte del equipo curatorial, creamos el sitio web textosdearte.cl que permitió una primera aproximación a sistematizar los textos generados entre 1973-2000 de arte chileno. Era una base de datos referencial que pusimos, de acceso al público, financiada con fondos de cultura del gobierno de Chile. Inmediatamente hicimos una segunda investigación juntas dentro de la misma línea de recuperación histórica de los documentos que fue Reconstitución de Escena 1975-1981; 8 Publicaciones de artes visuales en Chile. Los proyectos causaron un impacto en la comunidad y en los especialistas, fue un primer momento. Luego fui invitada a pensar y co-crear el primer Centro de Documentación de las Artes Visuales en Chile, trabajando con Isabel García. Finalmente el Centro se inauguró en el Centro Cultural de la Moneda en Julio del 2006. De alguna manera me tocó ser parte en los primeros esfuerzos de sistematización documental del arte contemporáneo chileno.
El Proyecto de Documentos del ICAA se instala en Chile el año 2004. El primer equipo de investigación, y quien hace la selección, estuvo formado por Justo Mellado en calidad de coordinador, Alberto Madrid, Patricio Muñoz Zarate, Paula Honorato, José de Nordenflycht y yo, Luz Muñoz. Posteriormente en el curso de dos años, el coordinador a cargo fue Alberto Madrid y se unió al proyecto Paulina Varas, bajo el alero de la Universidad de Playa Ancha. Yo trabajo cómo parte del equipo chileno hasta fines del 2006, cuando parto a Ginebra a hacer estudios de postgrado en curaduría.
En una etapa de finalización de procesos del proyecto en Chile, en estos últimos 3 años (2019-2022) he oficiado de coordinadora desde el ICAA y han colaborado desde Fundación AMA, los investigadores Sebastián Valenzuela y Mariairis Flores.