Al referirse a la famosa cita del pintor francés Maurice Denis, Edgardo Pérez Luna, admite en esta carta abierta que algo puede ser considerado una obra de arte sólo si posee valores estéticos; no obstante, agrega que la misión más alta de la obra, que trasciende el propio arte, va más allá de lo estético. A su juicio, la abstracción alcanza cierta jerarquía estética, pero, al carecer de mensaje, deviene en un arte inferior: la calidad plástica y no el tema determinan el valor de una obra de arte, pero ésta “será tanto más grande cuando más noble y humano sea su mensaje”. Reivindica así el carácter “excelsamente utilitario” de las “grandes obras de arte”, apoyándose en citas de Platón, Hegel y Freud. En esa línea, el autor propone un cotejo entre los logros de Piet Mondrian y los de Pablo Picasso con el Guernica, comentando incluso que la reivindicación hecha por este último hizo del arte un arma de combate, frase que le sirve para justificar su propia actitud polémica ante las ideas de su contrincante, Luis Miró Quesada.

Esta carta es la respuesta final del crítico y dramaturgo peruano Edgardo Pérez Luna a los comentarios del arquitecto Luis Miró Quesada Garland, publicados en el diario El Comercio (Lima, 14 de noviembre de 1954). 

En octubre de 1954 se inauguró La construcción del Perú, mural alegórico en el entonces Ministerio de Hacienda del Perú (actualmente el Ministerio de Economía, Finanzas y Comercio), obra de Teodoro Núñez Ureta (1912–88), el más prolífico y celebrado de los cultores de ese género en el país. En su momento, se le otorgó reconocimiento a la obra con el Premio Nacional de Pintura Ignacio Merino; sin embargo, la presentación del mural dio lugar a una significativa polémica inevitablemente vinculada al debate entre abstracción y figuración, el cual dominó la escena artística en el Perú durante de los años cincuenta. Una nota laudatoria inicial escrita por  Edgardo Pérez Luna (1928–84) [véanse en el archivo digital ICAA, “El mural de Núñez Ureta: un canto al esfuerzo del hombre” (doc. no. 1227007)] fue confrontada, de inmediato, por las opiniones de Luis Miró Quesada Garland (1914–94), ideólogo principal del modernismo artístico y arquitectónico en el país. [véanse de Garland, “En blanca y negra...” (doc. no. 865020); y “Puntos de vista” (doc. no. 1227082)] Aunque breve, el intercambio de opiniones expuso lo que desde cada posición era considerado “trascendente” en la obra de arte: ya fuera el hecho plástico puro (según Miró Quesada) o bien el mensaje social superador del esteticismo (según Pérez Luna) [“Puntos de vista: el mural de Teodoro Núnez Ureta,” (doc. no. 865055)].