La entrevista con el artista Carlos Cruz-Diez (n. 1923) fue realizada por el periodista y escritor colombiano Plinio Apuleyo Mendoza (n. 1932) en París. Hábil escritor, introduce en forma amena la entrevista a uno de los artistas paradigmáticos del cinetismo venezolano. Contextualiza primero el lugar, el taller del artista ubicado (en el 23, rue Pierre Semard, IXe arrondissement) donde antes había una carnicería, lleno de herramientas y tablas; a seguir, describe a Cruz-Diez como personaje de novela: pequeño, pausado, “con unas soberbias patillas que hacen pensar en un personaje de Dickens o en un cochero jacobino”. A diferencia de otras entrevistas realizadas a Cruz-Diez, esta no privilegia aspectos técnicos relacionados con las investigaciones del artista en la fenomenología del color. Siendo periodista, logra obtener importantes comentarios sobre distintos temas de interés, lo que agrega valor a este documento.
A solicitud de su entrevistador, Cruz-Diez responde a Marta Traba las opiniones emitidas en su libro Mirar en Caracas: Crítica de Arte (Caracas: Monte Ávila Editores, 1974), donde trata a los “cinéticos venezolanos” de ejecutores de un arte neutral que no altera la realidad. Para hacerlo, marca las diferencias entre la política y el arte; separa a los “puristas” que ven trampas en cualquier acción del gobierno dirigida a difundir el arte en las calles. Asimismo, le responde en relación al tema de “los alcances” de la obra de arte como medio para transformar la realidad social. Cruz-Diez afirma que —desde la experiencia de sus comienzos como artista del realismo social, dedicado a temas comprometidos— nunca consiguió alterar la realidad económica de su país, por más que pintase la miseria de los ranchos en contraste con los edificios lujosos.
Comenta la frustración de José Clemente Orozco, expresada en una carta, donde confiesa que con sus murales no logró modificar la suerte del pueblo mexicano. En torno a las críticas sobre la dependencia de modelos foráneos, manifiesta estar de acuerdo en que los artistas deben ir más allá y rechazar los mecanismos de dependencia tanto ideológica como cultural. Sobre este punto enfatiza que el cinetismo fue concebido y desarrollado originalmente por latinoamericanos: “Soto, Le Parc y yo —según afirma— somos copiados por franceses, por alemanes, por todo el mundo”. Cruz-Diez expone también su posición sobre cuál debe ser la vía a seguir por los artistas venezolanos a partir de lo que se plantea en el cinetismo.
Para otros textos sobre la obra del artista Carlos Cruz-Diez, consulte el ensayo de Jean Clay “(Sin título) [Pronto hará ocho años que Carlos Cruz-Diez...] = [Voici bientôt huit ans que Carlos Cruz-Diez…]” [doc. no. 858602]; y el artículo de Víctor Guédez “Vertientes plásticas y estéticas en Carlos Cruz-Diez” [doc. no. 857000].