Valiéndose de su bagaje filosófico, J. R. Guillent Pérez analiza críticamente el artículo de Marta Traba publicado en Caracas bajo el título de “El arte latinoamericano: un falso apocalipsis”. A su juicio, Traba no ha comprendido en qué consiste el “verdadero apocalipsis” para distinguirlo del falso; más aún, al afirmar que América “está en el limbo” se niega a sí misma, al contradecir su propia tesis de lo geográfico y ancestral como las fuentes válidas del arte latinoamericano. En lo que respecta tanto al “mimetismo” como a la “despersonalización” que ella le atribuye al arte latinoamericano contemporáneo, Guillent Pérez responde que este siempre ha sido (hasta el presente) un arte mimético. Habrá que considerar, sin embargo, que el mimetismo de los artistas de hoy posee signo diferente, una vez que significa su incorporación efectiva a la marcha de la cultura occidental.

Este artículo de J. R. Guillent Pérez —graduado en filosofía en París a inicios de la década de los cincuenta y miembro del grupo Los Disidentes— es el primero de la serie de cuatro que publica. Forma parte de la polémica suscitada en Caracas a raíz del artículo de Marta Traba, la crítica argentina de arte radicada en Colombia, titulado “El arte latinoamericano: un falso apocalipsis” [véase doc. no. 799377], publicado el 2 de mayo de 1965 en la sección Papel Literario del diario El Nacional. Trátase de la polémica prolongada hasta septiembre en este suplemento dominical y en la Revista Nacional de Cultura. En el marco de la misma, Traba había sido invitada a dictar tres conferencias en el Museo de Bellas Artes de Caracas; hubo también programas de radio y televisión, además de un debate final en el Ateneo de Caracas. Junto con Guillent Pérez y Traba, participaron con mayor relevancia los pintores Alirio Rodríguez y Alejandro Otero, los críticos Roberto Guevara y Perán Erminy, además de otro participante con formación filosófica: Ludovico Silva.

Habiendo formado parte de Los Disidentes en 1950, el grupo de artistas venezolanos radicados entonces en París, Guillent Pérez se adhirió a la corriente filosófica existencialista. Fue él quien sostuvo con intensidad el diálogo escrito más prolongado con Traba en torno a la polémica. A sus tesis —insertadas en un pensamiento de corte sociológico-antropológico—, Guillent Pérez contrapone el análisis filosófico riguroso, sustentado en definiciones de categorías y conceptos. En su segundo artículo (“América y el nihilismo” [doc. no. 799193]), Guillent Pérez precisará cuál fue el objetivo de este (su primer) artículo: “llamar la atención del lector, y sobre todo del artista, de la actitud de rechazo y menosprecio asumida por Marta Traba ante lo que llama apocalipsis”. Vale destacar el tono respetuoso con que el venezolano debate las ideas de Traba, ya que, a pesar de  considerarlas “poco consistentes”, reconoce que deben ser estudiadas con atención porque constituyen una “voz de alerta y un llamado angustioso” sobre el verdadero quehacer latinoamericano. En su opinión, esto es precisamente lo que prefiere retener de las mismas.

Los artículos aparecidos en el suplemento Papel Literario de El Nacional fueron recopilados en la Colección Delta Solar como Modernidad y postmodernidad. Espacios y tiempos dentro del arte latinoamericano (Caracas: Museo Alejandro Otero, 2000). Por otra parte, una selección de aquellos documentos aparecidos en la Revista Nacional de Cultura se publicó en Roldán Esteva-Grillet (Compilador), Fuentes documentales y críticas de las artes plásticas venezolanas. Siglos XIX y XX (Caracas, CDCH/ UCV, Vol. II, 2001).

En torno a la polémica puede consultarse otra respuesta de Traba titulada “Ay de los intelectuales que están en el limbo!” [doc. no. 799428].