En este artículo, J. R. Guillent Pérez hace frente a lo que considera una “actitud de menosprecio” por parte de Marta Traba, asumida al utilizar el concepto de “apocalipsis” con sentido negativo; para ello, impregnado de lecturas filosóficas como L’être et le néant [El ser y la nada], opone la tesis del nihilismo como redención. Guillent Pérez se dedica en su texto, casi exclusivamente, al tema de esa nada aniquilante. Primero, en referencia a Europa después de la experiencia devastadora de la segunda guerra mundial en 1945, se menciona la filosofía existencialista; a seguir, el efecto de ese evento atroz en su relación con América. Considera él que la cultura occidental fue trasplantada a América Latina, pero no hasta sus raíces; en otras palabras, que la mejor vía redentora que tenemos los latinoamericanos para alcanzar la “salvación” es asumir nuestra adscripción a la cultura occidental y con ello, obviamente, al nihilismo. Guillent Pérez finaliza resumiendo en ocho puntos sus planteamientos. Cabe destacar que, a lo largo del texto, el autor intercala comentarios sobre errores conceptuales y metodológicos que atribuye a Traba.

Este artículo constituye el segundo de la serie de cuatro que publica J. R. Guillent Pérez —graduado en filosofía en París a inicios de la década de los cincuenta y miembro del grupo Los Disidentes— dentro de la polémica sobre identidad del arte latinoamericano que se desarrolla en Caracas, en 1965, a raíz del artículo de Marta Traba (1923–83), la crítica argentina de arte radicada en Colombia, titulado “El arte latinoamericano: un falso apocalipsis” [véase doc. no. 799377], publicado el 2 de mayo en la sección Papel Literario del diario El Nacional. Trátase de la polémica prolongada hasta septiembre en este suplemento dominical y en la Revista Nacional de Cultura. En el marco de la misma, Traba había sido invitada a dictar tres conferencias en el Museo de Bellas Artes de Caracas; hubo también programas de radio y televisión, además de un debate final en el Ateneo de Caracas. Junto con Guillent Pérez y Traba, participaron con mayor relevancia los pintores Alirio Rodríguez y Alejandro Otero, los críticos Roberto Guevara y Perán Erminy, además de otro participante con formación filosófica: Ludovico Silva.

Desde los inicios de la polémica (“El falso apocalipsis del arte latinoamericano” [doc. no. 799219]), Guillent Pérez mantiene la discusión en el terreno inherente a cuestiones filosóficas (el ser, la nada, el nihilismo) y, en algunos momentos, a problemas clásicos de la filosofía: categorías y absolutos como la belleza, la bondad y la verdad. Tanto es así que, en su opinión, deberían participar más personas “con el plan y propósito de llegar hasta verdades últimas del asunto en cuestión”. A lo largo de la polémica, la constante de Guillent Pérez será una contraposición: la validez de su tesis sobre un nihilismo positivo y en abierta oposición al apocalipsis negativo de Traba.

Junto con Alejandro Otero, Guillent Pérez puede ser considerado el principal ideólogo y teórico que fundamenta la postura de Los Disidentes (París, 1950); el primero en las artes y este último en la filosofía fueron quienes aportaron a la revista homónima los ensayos más ricos en ideas. Guillent Pérez será ferviente defensor de las tesis del “universalismo” y la adscripción plena de América Latina a “la cultura occidental”.

Los artículos aparecidos en el suplemento Papel Literario de El Nacional fueron recopilados en la Colección Delta Solar como Modernidad y postmodernidad. Espacios y tiempos dentro del arte latinoamericano (Caracas: Museo Alejandro Otero, 2000). Por otra parte, una selección de aquellos documentos aparecidos en la Revista Nacional de Cultura se publicó en Roldán Esteva-Grillet (Compilador), Fuentes documentales y críticas de las artes plásticas venezolanas. Siglos XIX y XX (Caracas, CDCH/ UCV, Vol. II, 2001). 

En torno a la polémica puede consultarse otra respuesta de Traba titulada “Ay de los intelectuales que están en el limbo!” [doc. no. 799428].