La Fundación Banco Patricios se creó en 1984 y, durante los años noventa, constituyó uno de los espacios importantes de exhibición en la ciudad de Buenos Aires. En marzo de 1998, la sala de exposiciones cerro sus puertas junto con la quiebra del Banco Patricios.
Desde el título de la muestra, el recorte generacional propuesto resulta significativo en relación a los escritos publicados por el diario Página/12, en su sección de artes plásticas de los martes. Ejemplo de ello son: “Preparados, listos, ya. Largadas” de Alberto San Miguel (pseudónimo de Miguel Briante) o “La cuestión de los jóvenes” de Fabián Lebenglik, (ambos textos publicados el 23 de enero de 1990, en la página 14, véase registros 770020 y 764362) en los que se indican los escasos lugares de exhibición existentes para jóvenes artistas. De hecho, en el último artículo citado aparece la Fundación Banco Patricios como uno de estos “pocos espacios” disponibles. El tópico de “la juventud”, ligado al de la “marginalidad institucional”, entre otros, fueron, a lo largo de su reiteración, consolidados a través de los escritos publicados por Página/12. Sobre todo, en aquellos referentes a La Galería del Centro Cultural Ricardo Rojas, entre 1989 y los primeros años de la década siguiente.
El Centro Cultural Ricardo Rojas es un organismo de extensión cultural de la Universidad de Buenos Aires. En 1989, fue creada La Galería del Centro Cultural Ricardo Rojas en el hall de entrada al recinto universitario. Entre 1991 y 1992, aproximadamente, comenzó a adquirir una importante visibilidad dentro del campo artístico de Buenos Aires. De este modo, los llamados “jóvenes” artistas de “el Rojas” (Liliana Maresca, Fabián Burgos, Graciela Hasper, Feliciano Centurión, Martín Di Girolamo, Alberto Goldestein, Sebastián Gordín, Miguel Harte, Agustín Inchausti, Luis Lindner, Nuna Magiante, Emiliano Miliyo, Esteban Pagés, Ariadna Pastorini, Marcelo Pombo, Cristina Schiavi, Enrique Marmora, Sergio Vila, Benito Laren, Omar Schiliro y Alfredo Londaibere, entre muchos otros) empezaron a ser incorporados en la agenda de espacios clave de exhibición. Deben citarse, aquí, tanto el ICI (Instituto de Cooperación Iberoamericana) como el Centro Cultural de España o bien la Galería Ruth Benzacar.
La referencia a poéticas del pasado, como el arte pop, el minimalismo, el arte concreto (bajo reformulaciones personalísimas), además de elementos del kitsch, han servido para caracterizar los recursos expresivos de tales artistas. Hacia fines de la década, los artistas que integraron “el grupo del Rojas”, fueron comprendidos, de manera general, como los representantes del “arte argentino de los noventa”. En relación directa con este texto, véase “Virtudes, fracasos y mimetismos en una exposición de arte joven” (registro 768352), artículo de Jorge López Anaya, publicado en el diario La Nación eldía sábado 2 de marzo de 1991.