El historiador del arte Milan Ivelic (n. 1935) escribe para el catálogo de una exposición del grupo conocido como Promoción 80 en la sala BHC, en Santiago. Trátase de su tercera muestra tras haber expuesto en el CEDLA (Centro de Enseñanza de la Arquitectura) en 1979, cuando todavía eran estudiantes de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile y, al año siguiente, en el Museo de Arte Contemporáneo dependiente de la misma universidad. En la muestra pictórica de la Sala BHC participaron: Victoria Calleja (n. 1958), Omar Gatica (n. 1956), Jorge Tacla (n. 1958), Mami Usui (n. 1957), Ismael Frigerio (n. 1955), Samy Benmayor (n. 1956), Álvaro Cortés (n. 1954) y Matías Pinto D’Aguilar (n. 1956), jóvenes que rayaban en los 26 años al momento de la exposición. Es necesario destacar que existen más pintores considerados en la misma promoción, aunque no hayan participado de esta muestra.
Esta promoción surgió en Chile (bajo régimen dictatorial) cuando el arte conceptual —representado principalmente por la denominada Escena de Avanzada— tuvo preponderancia en las propuestas artísticas no institucionales. Semejante al “retour à l’ordre” en la Europa de entreguerras como vuelco hacia el arte tradicional y en confrontación con los vanguardismos, la aparición de este tipo de artistas en Chile se denominó “vuelta a la pintura” por ser, a consideración de la Promoción 80”, una práctica opuesta a la experimentación del arte contemporáneo que había insertado materiales ajenos al arte cuestionando así la propia tradición pictórica. Tal debate tuvo un hito en la exposición BENMAYOR/DIAZ/DITTBORN/ DUCLOS/LEPPE (1983), organizada por Carlos Leppe (1952–2015) y Gonzalo Díaz (n. 1947), quien había sido profesor de la Promoción 80. En el catálogo de la exposición participó la teórica y crítica cultural Nelly Richard con el texto “Retroactivaciones de un proceso” (doc. no. 730159). La principal crítica que ella dirige a esta reivindicación pictórica es la despolitización del arte; trátase, a su juicio, de una pintura ensimismada que reivindica la subjetividad del artista, centro de sí mismo y desconectado de la situación sofocante y compleja que se vivía a lo largo de la dictadura pinochetista (1973-90). Asunto profundizado por Richard en el capítulo “Return to the pleasurable” [Regreso a lo placentero] (doc. no. 743686) de su libro de 1986 Margins and Institutions. Art in Chile Since 1973 (Márgenes e instituciones. Arte en Chile desde 1973). Richard subraya que su crítica no se dirige a la pintura en sí, sino que al modo de abordaje; analiza propuestas pictóricas de Gonzalo Díaz, Eugenio Dittborn (n. 1943), Juan Domingo Dávila (n. 1946) y Carlos Altamirano (n. 1954).