Lotty Rosenfeld (1943–2020) se dedicó a escribir sobre su trabajo artístico. Trazado de cruces sobre el pavimento es una escueta declaración referente a la acción de trazar cruces sobre el asfalto público y de cómo el procedimiento puede extenderse y replicarse con nuevos significados. El texto fue publicado en Ruptura: Documento de Arte (1982), editado por el C.A.D.A. (Colectivo Acciones de Arte) del que Rosenfeld era integrante. La publicación recogió "Una ponencia del C.A.D.A" (doc. no. 732133), texto específico que sirve como manifiesto grupal, además de textos de sus integrantes, siendo una plataforma que reunió obra y reflexiones de artistas e intelectuales de aquel período bajo la censura militar. [Para otro texto de la autora en dicha publicación, consúltese en el Archivo Digital ICAA “Un filme subterráneo” (doc. no. 731801); para otros textos de Rosenfeld sobre su obra, véase “Proposiciones para (entre) cruzar espacios límites” (doc. no. 744898); “Una herida americana” (doc. no. 744890)]
En 1979, la artista inició Una milla de cruces sobre el pavimento, su proyecto más difundido y persistente. Consistió en intervenir las calles de Santiago, particularmente las líneas discontinuas de tránsito, atravesándolas con cintas de color blanco para formar cruces o signos +. La primera vez que realizó esta acción fue en una avenida de barrio acomodado de la capital chilena y duró 4 horas. Registró en video y fotografías el proceso y los resultados, luego utilizados para dar forma a otras obras. El procedimiento cuestiona códigos del tránsito, y demás códigos que norman y estandarizan. Se impugna con ello al poder, según señaló ella entonces. Entre 1979 y 1986, Rosenfeld realizó tal acción en más de una decena de lugares. Las calles de Santiago fueron escenarios variables al intervenir en las afueras del Museo Nacional de Bellas Artes; del Palacio de La Moneda (Gobierno Chileno); y de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile (1984). Llevó a cabo su acción en otros países: Tribunales de Justicia en Buenos Aires (1985) o en la Casa Blanca en Washington (1982). Fue conectando, así, territorios y realidades diversas mediante un mismo gesto.