El ensayo del crítico, periodista y político valenciano Artur Perucho (1902–56) publicado en el catálogo de la Exposición Barradas (Comisión Nacional del Centenario, Uruguay, 1930) está acompañando por otros dos análisis críticos. La revista catalana Joia de Barcelona (No. 6, 1928) había publicado el ensayo con anterioridad. Perucho fue colaborador de varias revistas de vanguardia y asistente del grupo de intelectuales que frecuentaba la tertulia barcelonesa de Rafael Barradas (1890–1929) llamada El Ateneillo en L´Hospitalet de Llobregat —en aquella época, en las cercanías de la ciudad condal— donde fue la última residencia del artista uruguayo en España (ahí se radicó entre 1914 y 1928). El ensayo enfatiza el valor de la obra de Barradas, a quien califica como un artista “intemporal” en contraposición con otros que son “de época”. Perucho observa el desarrollo de su creación desde “la bárbara manera primitiva” —denominada por el crítico como época romántica— hasta su actual clasicismo. El autor se refiere a una de las muestras que el pintor hizo en la ciudad cercana de Sitges (probablemente en 1928). Se detiene en su obra mística La Anunciación y menciona que otros la compararon con la obra de Fra Angelico (1395–1455) existente en el Museo del Prado. Curiosamente, otra referencia a la misma obra la realiza años después el pintor uruguayo José Cuneo, quien, a diferencia de Perucho, observa en ella remanentes americanos; en especial de matriz azteca. El crítico, fallecido en el exilio mexicano en 1956, observa al final de su ensayo la excepción que hizo Cataluña en reconocer y estimar a Barradas, a quien “ha hecho casi suyo”, a pesar de tener él poco efecto en las cosas relacionadas con América. [Véase en el archivo digital ICAA: “Rafael Barradas” de Vicente Basso Maglio” (doc. no. 1243440); y “Barradas” de Manuel Abril (doc. no. 1243461)].