Entre el crítico Cipriano Vitureira (1907−77) y el escultor Bernabé Michelena (1888−1963) se produce una confluencia de ideas estético-doctrinarias que caracteriza la “nueva sensibilidad” desarrollada en las expresiones plásticas de Uruguay en los años treinta. Le nouvel esprit en la prédica humanista y universalista de Vitureira guarda puntos en común con los cambios que Michelena evidencia a través de una producción escultórica cada vez más inclinada hacia una temática social. Hay en ella, formalizaciones tributarias de maestros europeos: Antoine Bourdelle (1861−1929) y Aristide Maillol (1861−1944). Una cierta estética simbólica, lírica y serena, aunando aspectos contemporáneos y arcaicos, impregna su nueva creación, cuyo tratamiento afacetado de las superficies remite a un modernismo postcubista, generalizado. Al tiempo que realizaba su obra, Michelena ejercía una carismática tarea docente en su taller. Fueron años de militancia política intensa; el artista bregó por el pacifismo antifascista mundial promoviendo, además, la conformación de agremiaciones de intelectuales y artistas en el medio local montevideano. Este vínculo, entre las prácticas artísticas y el activismo social, lo traduce el título del artículo; la “claridad solidaria” que ilustra Vitureira analiza algunas obras que guardan características incontrastables de sesgo social- realista. El presente documento establece vínculos con muchos otros de este archivo, especialmente en relación al desarrollo de agremiaciones o pronunciamientos colectivos ante graves hechos mundiales de particular resonancia local. Esto incluye aquellos donde se vincula a Michelena con nuevas sensibilidades plásticas antiacadémicas; además de aquellos documentos en los que Vitureira amplía su planteo humanista. [Véase, en particular de Cipriano S. Vitureira, en el archivo digital ICAA, “1er Salón Municipal de Artes Plásticas/Su contenido artístico” (doc. no. 1184568), y “La pintura de Miguel Angel Pareja” (doc. no. 1223795)].