Escrito en 1967 en El Mate, el artículo es un alegato político a favor de la actitud asumida por un grupo de artistas en el Uruguay de treinta años antes (1937). En esa época, se decidió no presentarse al Primer Salón Nacional de Artes Plásticas bajo la dictadura de Gabriel Terra. En los años sesenta, el asunto era no haber sido considerada la propuesta de la UAPU (Unión de Artistas Plásticos del Uruguay), en total desacuerdo con que el jurado correspondiente no contara con ninguna representación artística reconocida. Asimismo, se relatan algunos detalles de la polémica y se brinda información sobre las obras presentadas. 

La UAPU (Unión de Artistas Plásticos del Uruguay) se creó en 1935, en los momentos previos a que el gobierno dictatorial de Gabriel Terra nombrara la Comisión Nacional de Bellas Artes (1936). En ese período, proliferan artistas y agrupaciones nuevas como la ETAP (Escuela Taller de Artes Plásticas), la AAC (Asociación de Arte Constructivo) o el Grupo Cézanne, entre muchos otros, embarcándose en discusiones de doctrina estética. Simultáneamente, el golpe de Estado de Terra (1933) y la situación de preguerra mundial obligaban a definiciones políticas que dividían ideológicamente a artistas y grupos. En este contexto, la UAPU (1935) —procurando influir sobre el gobierno para obtener ciertos reclamos corporativos— termina dividida por razones políticas y se disuelve en 1937.

Este artículo de la revista El Mate (septiembre de 1967) arroja cierta luz sobre la formación del Primer Salón de los Independientes [al respecto, consulte en el archivo digital ICAA “1er Salón Independiente de Artes Plásticas [agosto 1937]” (doc. no. 1186701)] inaugurado como contra-salón días antes de la inauguración del Salón Oficial (1937), e incluso sobre las discrepancias surgidas en la UAPU, cuando tales sucesos ya “históricos” mantenían aún vigencia ante la sucesión de conflictos protagonizados por los gremios artísticos contra las autoridades gubernamentales en la década de los sesenta. Asimismo, se transcriben párrafos de las declaraciones formuladas en ese momento por quienes se mantuvieron contrarios a la postura gubernamental. Hay, también, párrafos del discurso de un vocero de la Comisión Nacional de Bellas Artes, cuyo texto procura conciliar la necesidad de reunificar políticamente a la nación y de buscar el apoyo de la mayoría de los artistas en pro de un arte nacionalista y conservador. Curiosamente, se menciona a “la Patria” como “Dulcinea del Toboso”.

[Para más información, véanse en el archivo los siguientes textos: del Poder Ejecutivo, Montevideo, Uruguay, “Decreto del P.E. que instituye la Comisión Nacional de Bellas Artes” (doc. no. 1186589); y del Ministerio de Instrucción Pública y Previsión Social, “Reglamento del Salón [Primer Salón Nacional de Bellas Artes, Montevideo, 1936” (doc. no. 1186660)].