Con este “Testimonio”, a manera de editorial, se inicia la publicación conjunta de los números 5 y 6 de Sardio, Revista Bimestral de Cultura (1958–61), de la cual se publicaron ocho números hasta 1961.
Planteado inicialmente como una enunciación más amplia de sus propósitos y objetivos, este “Testimonio” sobre las constantes que rigen a la generación de Sardio (Caracas, Nº 5-6. Enero-Abril 1959) resulta ser una enfática defensa en contra de los ataques dirigidos a la publicación, por lo general provenientes del grupo de la revista literaria Tabla Redonda (Caracas, 1959-61), de izquierda más radical (dirigida por el periodista venezolano Jesús Sanoja Hernández), de la cual participaban los escritores Rafael Cadenas, Ángel Eduardo Acevedo y Francisco Pérez Perdomo. Aquí se reafirman todos los postulados de su primer “Testimonio” (Nº 1. Mayo-Junio de 1958) y manifestándose la práctica de tales principios y detallando contenidos de artículos ya publicados en la revista. Cabe destacar en el texto un esfuerzo coherente por mantener su postura inicial, evitándose posiciones extremas y antagónicas.
Alrededor de Sardio se congregarían un grupo de escritores (narradores, poetas y dramaturgos), críticos e investigadores: Salvador Garmendia, Ramón Palomares, Adriano González León, Guillermo Sucre, Gonzalo Castellanos, Luis García Morales, Elisa Lemer, Rodolfo Izaquirre, Rómulo Aranguibel, Antonio Pascuali, Héctor Malavé Mata, Francisco Pérez Perdomo, Edmundo Aray, Caupolicán Ovalles, y artistas plásticos como Manuel Quintana Castillo, Carlos Contramaestre, Omar Carreño y Marco Miliani, entre otros colaboradores.
Además de la revista, se publicaron varios libros y se organizaron exposiciones. Aunque de breve duración, Sardio constituye una referencia ineludible en la historia de la literatura contemporánea venezolana y las artes plásticas en general y su influencia es patente en las generaciones venideras. Sus planteamientos trazan de manera panorámica la proyección de sus aspiraciones; éstas imbuidas en un aliento de efervescencia fundacional, en consonancia con los acontecimientos históricos que le precedieron. El entusiasmo y la exaltación producidos por el fin de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez en Venezuela (enero 1958) crean el ambiente propicio para los deseos de cambio y la creación de una nueva sensibilidad estética, amén de exigencias en lo político. Con su rechazo al costumbrismo, al color local, al paisajismo, al realismo socialista y al excesivo esteticismo, Sardio abrió las puertas a un espíritu de renovación cultural por medio del constante debate y cuestionamientos (la mayoría planteados en las páginas de su revista) frente lo que habían sido los parámetros hegemónicos artísticos hasta entonces. La agrupación El Techo de la Ballena (Caracas, 1961-68) nacerá con la desaparición de Sardio, aunque adoptarán posiciones y estrategias más subversivas y provocadoras.
Durante los años de existencia de la revista, aparecerán otros “Testimonios” que dejarán constancia sobre la historia y la evolución de la misma: “Testimonio” (Nº 1, Mayo-Junio 1958) [archivo digital ICAA (doc. no. 1172206)] el texto fundacional de la revista; “Testimonio. El intelectual de izquierda y cierta estética revolucionaria” (Nº 7, Abril - Mayo, 1960) (doc. no. 1172252); “Testimonio sobre Cuba” (Nº 8, Mayo - Junio 1961).