Con este “Testimonio: El intelectual de izquierda y cierta estética revolucionaria” a manera de editorial, se inicia la publicación del número 7 (Abril - Mayo, 1960) de Sardio, Revista Bimestral de Cultura (Caracas, 1958 - 1961), de la cual se publicaron ocho números hasta 1961.
El texto es parte de una característica discusión entre militantes de la izquierda venezolana de entonces, manifiesta, vehementemente, en las revistas culturales que surgen en el país a finales de los cincuenta y principios de los sesenta. El debate no sólo se planteaba con integrantes de otras agrupaciones artísticas —algo frecuente, por ejemplo, entre miembros de Sardio y Tabla Redonda (Caracas, 1959–61), ésta última de postura izquierdista más radical—, sino en el seno mismo de Sardio. Motivo por el cual, finalmente, en 1961, se desintegra la agrupación. Del editorial se desprenden diferencias y lineamientos (unas veces sutiles y otras dramáticas), tanto estéticas como ideológicas que dibujan el perfil de la izquierda cultural venezolana en esa década. Las divergencias éticas se enfatizan en este Testimonio.
Alrededor de Sardio se congregarían un grupo de escritores (narradores, poetas y dramaturgos), críticos e investigadores: Salvador Garmendia, Ramón Palomares, Adriano González León, Guillermo Sucre, Gonzalo Castellanos, Luis García Morales, Elisa Lemer, Rodolfo Izaquirre, Rómulo Aranguibel, Antonio Pascuali, Héctor Malavé Mata, Francisco Pérez Perdomo, Edmundo Aray, Caupolicán Ovalles, y artistas plásticos como Manuel Quintana Castillo, Carlos Contramaestre, Omar Carreño y Marco Miliani, entre otros colaboradores.
Además de la revista, se publicaron varios libros y se organizaron exposiciones. Aunque de breve duración, Sardio constituye una referencia ineludible en la historia de la literatura contemporánea venezolana y las artes plásticas en general y su influencia es patente en las generaciones venideras. Sus planteamientos trazan de manera panorámica la proyección de sus aspiraciones; éstas imbuidas en un aliento de efervescencia fundacional, en consonancia con los acontecimientos históricos que le precedieron. El entusiasmo y la exaltación producidos por el fin de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez en Venezuela (enero 1958) crean el ambiente propicio para los deseos de cambio y la creación de una nueva sensibilidad estética, amén de exigencias en lo político. Con su rechazo al costumbrismo, al color local, al paisajismo, al realismo socialista y al excesivo esteticismo, Sardio abrió las puertas a un espíritu de renovación cultural por medio del constante debate y cuestionamientos (la mayoría planteados en las páginas de su revista) frente lo que habían sido los parámetros hegemónicos artísticos hasta entonces. La agrupación El Techo de la Ballena (Caracas, 1961-68) nacerá con la desaparición de Sardio, aunque adoptarán posiciones y estrategias más subversivas y provocadoras.
Durante los años de existencia de la revista, aparecerán otros “Testimonios” que dejarán constancia sobre la historia y la evolución de la misma: “Testimonio” (Nº 1. Mayo-Junio 1958) [archivo digital ICAA (doc. no. 1172206)], el texto fundacional de la revista; “Testimonio: Las constantes de nuestra generación de la revista Sardio” (Caracas, Nº 5- 6. Enero – Abril 1959) (doc. no. 112237); “Testimonio sobre Cuba” (Nº 8, Mayo - Junio 1961).