El crítico y periodista francés Thiébault-Sisson escribe un artículo con motivo de la exposición retrospectiva del artista venezolano de origen francés Emilio Boggio (1857–1920), en la galería Georges Petit (París, 1925), cinco años después de su fallecimiento. El documento es relevante pues recoge un momento donde ciertos críticos parisinos intentaron revitalizar el mercado en torno a la obra de Boggio. Thiébault-Sisson escribe este artículo que permite contextualizar su pintura, sus influencias y sus fuentes tanto plásticas como geográficas. El autor intenta justificar, probablemente ante los coleccionistas de la época, la inconsistencia de Boggio en el mercado durante la última etapa de su vida, debido a su espíritu aventurero y, sobre todo, a la interrupción de la Primera Guerra Mundial en relación con el público del arte. El texto se esfuerza en reconocer sus logros en el Salón de artistas franceses, así como en puntualizar su formación artística y en describir su personalidad.
Escrito en 1925, permite ponderar un aspecto de gran interés en la trayectoria de Boggio: su relación con el mercado del arte, con sus amigos cercanos (no sólo Henri Martin, sino también con Georges Petit y con el mismo Sisson), y finalmente su estilo de vida, determinante, en buena medida, del ritmo de su producción y del enfoque de su investigación plástica.
Existe otra lectura de la producción de Boggio hecha por el poeta y diplomático mexicano José Juan Tablada, véase “La exposición de Boggio” (1919) archivo digital ICAA (doc. no. 808640). A su vez, Rafael Pineda indaga sobre su regreso a Venezuela en “El diario inédito del pintor Emilio Boggio en Caracas (1919)”, (doc. no. 1161700).