Las obras presentadas por el artista plástico y ensayista venezolano Manuel Quintana Castillo (n. 1928) en la Galería Altamira [Caracas] en 1993, pueden ser vistas como la reelaboración de planteamientos técnicos, conceptuales y estéticos experimentados a partir de 1983. Al respecto, se puede consultar la propia opinión del artista expresada en el catálogo de la exposición: La piel del tiempo. Manuel Quintana Castillo. Exposición retrospectiva, realizada en la Galería de Arte Nacional (GAN, julio-octubre 2002). Aun cuando el historiador y crítico de arte español José María Salvador (n.1946) catalogue estos trabajos como pertenecientes a una “etapa exploratoria y provisional”, tanto el concepto de “topología” como el de “superficies activas” formarán parte de su lenguaje plástico hasta el presente. En todo caso, una actitud cíclica —que revisa y reelabora sobre los pasos andados— caracteriza el proceder de Quintana Castillo con respecto a su trabajo. Esta manera de hacer ha sido estudiada y denominada por diversos críticos como su interés por el concepto de “eterno retorno”.
[Como lecturas complementarias, véase en el archivo digital ICAA: el ensayo del historiador Víctor Guedez, “Manuel Quintana Castillo una visión retrospectiva”, incluido en el catálogo de la muestra retrospectiva del artista realizada por la GAN, en 2002 (doc. no. 1156200); lo escrito por el artista Carlos Contramaestre, “Universo sígnico y espacio sagrado en la pintura de Manuel Quintana Castillo”, destacando el papel emblemático de la obra Cúpira, de Castillo (doc. no. 1156135); y el texto de Rafael Arraiz Lucca, “El alfabeto Quintana Castillo”, sobre principios estéticos de su propuesta pictórica (doc. no. 1156071)].