El texto de Rafael Arraiz Lucca (n.1959) tiene como motivo generador una exposición del artista plástico y ensayista venezolano Manuel Quintana Castillo (n.1928); el título de esta exposición no llega a ser revelado a lo largo del texto. Por la fecha, el contenido y los aspectos críticos que toma en cuenta, posiblemente se trate de la muestra: El río de Heráclito (Caracas: Galería Muci, 1995). El ensayista utiliza múltiples y sugerentes metáforas poéticas para hurgar en la obra del artista, exaltando su condición de intelectual y recreando principios y métodos de producción. Todo ello, con el propósito de envolver en un aura de misterio y trascendencia la significativa impronta que Quintana Castillo marca en la evolución del arte nacional. Es de destacar que, Arraiz Lucca hace uso, a lo largo del texto, de la propia voz del creador para apoyar sus interpretaciones ya sea sensacionalistas o bien carentes de contenido.
[Como lectura complementaria, véase en el archivo digital ICAA: el ensayo del historiador Víctor Guedez, “Manuel Quintana Castillo una visión retrospectiva” (doc. no. 1156200); de Carlos Contramaestre, “Universo sígnico y espacio sagrado en la pintura de Manuel Quintana Castillo” (doc. no. 1156135); y el otro texto de cuño histórico, de José María Salvador, “Pinturas topológicas de Quintana Castillo” sobre la muestra individual del artista Pinturas topológicas/ Superficies activas (Caracas: Galería Altamira, 1993) (doc. no. 1156117)].