En este ensayo, el curador venezolano Adolfo Wilson analiza la obra del arqueólogo y artista venezolano de origen catalán José María Cruxent (1911–2005), y para ello intenta sustentarla históricamente, considerándola como producto lógico de la evolución del arte, en especial en lo que se refiere a la progresiva eliminación de la forma. El mérito del ensayo recae en que hace un exhaustivo recuento de las manifestaciones artísticas que desde el Renacimiento han ido desarrollando nuevas ideas y conceptos y una definitiva eliminación de la forma, inclusive la geométrica; todo esto para darle un trasfondo racional a la creación artística de Cruxent. Para el autor, esta obra es el resultado de procesos artísticos y filosóficos, tan importantes como el cubismo, en los que cualquier tipo de composición o estructuración estética son eliminadas. Según Wilson, la obra de Cruxent es aún mucho más importante, ya que no sólo sigue los preceptos del informalismo, sino que los excede; porque, además de prescindir de la forma, excluye cualquier tipo de significado semántico. Encuentra cierto paralelismo entre Leonardo da Vinci y Cruxent, ambos científicos y artistas, cuyas actividades no estaban en pugna ni se supeditaban a la otra, sino que se complementaban. No duda en deshacerse en elogios a la obra que califica de pionera, renovadora, valiente, transgresora, visceral e impetuosa.
Sobre la obra del artista José María Cruxent, consulte su texto “La libertad de crear” [doc. no. 1153727]; la biografía escrita por María Luz Cárdenas “El hombre que sabe leer la tierra” [doc. no. 1153744]; y el ensayo de Alfredo Boulton “J. M. Cruxent: Obras Recientes” (Caracas: Galería Champs Élysées, 1971) y posteriormente publicado, en 1973, por la Sala Mendoza [doc. no. 1153711].