A fines de 1965 se sucedieron en Lima (Perú) tres exposiciones que hoy son consideradas como los más tempranos antecedentes de la instalación y del happening en el Perú. Ellas fueron Mimuy, ambientación de Mario Acha (hijo del crítico Juan Acha), Efraín Montero y Miguel Malatesta, así como Yllomomo y Escenografía para un folklore urbano, de Gloria Gómez Sánchez y Luis Arias Vera, respectivamente. Tales propuestas experimentales las promovió Juan Acha desde su columna en el influyente diario El Comercio de la capital peruana. Mimuy llenó de objetos reciclados uno de los espacios galerísticos más prestigiosos de la ciudad. Por su parte, Arias Vera ofreció en el local de Cultura y Libertad una exposición en la que incluyó pinturas y una pequeña ambientación. Fue inaugurada con un happening en el que un delincuente robaba el bolso de una asistente a la muestra pero que era recuperado por el artista. Gómez Sánchez presentó en la galería Solisol una serie de obras compuestas por objetos de desecho enmarcados y grandes figuras realizadas en papel (“muñecones”), todo con un carácter marcadamente efímero. Dichas propuestas representaban una ruptura con los formatos tradicionales de creación establecidos en el medio artístico del Perú, y motivarían ataques del sector conservador de la prensa y la crítica.
Sorprende la visión abierta y sin prejuicios de Carvallo, artista, escritora, compositora y propulsora del arte popular, proveniente de las canteras del Indigenismo —movimiento pictórico surgido en la década de 1920— quien sale en defensa de estas exposiciones.
[Para más información, véanse en el archivo digital ICAA los siguientes textos: de Juan Acha “Próximas exposiciones: ‘Ambientaciones’ y Muñecones” (doc. no. 1142445), “La “ambientación’ del I.A.C.” (doc. no. 1142493) y “Exagerado sentido realista: Exposición de Luis Arias Vera” (doc. no. 1142510); de Carlos Rodríguez S. “Mimuy” (doc. no. 1142462); y de Luis Antonio Meza “Nuevo ambiente en el I.A.C.” (doc. no. 1142478)].