Informe del historietista peruano y teórico de la comunicación, Juan Acevedo (n. 1949), director de la Escuela Regional de Bellas Artes de Ayacucho (1974–75), en el cual enumera problemas que, desde su gestión, intentó resolver. En 1973 las escuelas estatales de arte en el Perú pasaron a depender del Instituto Nacional de Cultura, creado en 1971 por el llamado Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas, por el general Juan Velasco Alvarado (1909–77). El presente documento es una de las formulaciones más articuladas de la ideología cultural del régimen mencionado y cuyas políticas son conocidas como “velasquismo”. El presente texto forma parte de otro documento mayor, intitulado “Informe sobre la situación general de la formación artística en el país”, el cual abarca diversas áreas como música y danza, con autores varios.
Acevedo asumió la dirección de la Escuela Regional de Bellas Artes de Ayacucho y desde allí promovió reformas significativas para las nuevas políticas de educación. Su gestión convirtió a esta escuela en el primer lugar donde se replantearon, con relativo éxito entonces, los sistemas de enseñanza artística. La experiencia, sin embargo, no logró continuidad tras dejar él la conducción de ese puesto académico. Poco después, Ayacucho se convertiría en cuna y principal escenario de acción del grupo maoísta Sendero Luminoso.
Acevedo es reconocido hoy como uno de los mejores historietistas peruanos; su creación más conocida es El Cuy (conejillo de Indias), un personaje gráfico muy asociado a la cultura peruana de izquierdas. Agotados los procesos del velasquismo, políticas económicas, sociales y culturales del llamado Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas, encabezado por el general Juan Velasco Alvarado durante su primera fase (1968–75), Acevedo se vinculó a sus propuestas mediante la realización de obra gráfica y la conducción de talleres de comunicación popular. En 1978, publicó su célebre libro Para hacer historietas, basado en los talleres que realizó en la provincia de Ayacucho (1974) y en el distrito limeño de Villa El Salvador (1975), una barriada emblemática para la historia de las luchas populares urbanas. Para hacer historietas ha sido reeditado varias veces y traducido a otros idiomas. Bajo la premisa mencionada de que para hacer historietas no se necesita saber dibujar, el método sistematizado ha sido, y es, aplicado en numerosas experiencias educativas de diversos países de América Latina,
[Como lectura complementaria, véanse en el archivo digital ICAA los siguientes textos de Juan Acevedo: “El avance de historieta popular (I)” (doc. no. 1141902); “El taller de historieta popular” (doc. no. 1141933); e “Historieta popular en Nicaragua” (doc. no. 1139355)].