El historietista peruano y teórico de la comunicación, Juan Acevedo (n. 1949), narra su experiencia al frente del Primer Taller de Historieta Popular Nicaragüense, a pocos meses del triunfo de la revolución sandinista sobre la dictadura de Anastasio Somoza (1925–80). Aunque breve, este artículo es de singular importancia por testimoniar las estrechas relaciones políticas y culturales de la izquierda peruana con los procesos revolucionarios de Centroamérica, y en particular de la insurrección sandinista.
Acevedo es reconocido hoy como uno de los mejores historietistas peruanos; su creación más conocida es El Cuy (conejillo de Indias), un personaje gráfico muy asociado a la cultura peruana de izquierdas. Agotados los procesos del velasquismo, políticas económicas, sociales y culturales del llamado Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas, encabezado por general Juan Velasco Alvarado durante su primera fase (1968–75), Acevedo se vinculó a sus propuestas, mediante la realización de obra gráfica y la conducción de talleres de comunicación popular. En 1978, publicó su célebre libro Para hacer historietas, basado en los talleres que realizó en la provincia de Ayacucho (1974) y en el distrito limeño de Villa El Salvador (1975), una barriada emblemática para historia de las luchas populares urbanas. Para hacer historietas ha sido reeditado varias veces y traducido a otros idiomas. Bajo la premisa mencionada de que para hacer historietas no se necesita saber dibujar— el método sistematizado ha sido, y es, aplicado en numerosas experiencias educativas de diversos países de América Latina, según lo manifiesta esta experiencia nicaragüense.
[Como lectura complementaria, véanse en el archivo digital ICAA, otros textos de Acevedo: “El avance de historieta popular (I)” (doc. no. 1141902); “El taller de historieta popular” (doc. no. 1141933); y “La Escuela Regional de Bellas Artes de Ayacucho: una experiencia revolucionaria” (doc. no. 1139339)].