El autor de este texto, el escritor peruano-teutón José B. Adolph (1933–2008) fue integrante del jurado que otorgó los Premios Nacionales de Cultura en el periodo anterior al que provocó esta polémica.
El otorgamiento en 1975 del Premio Nacional de Cultura en el área de arte al retablista andino Joaquín López Antay (1897–1981) provocó una de las polémicas más importantes en la historia del arte peruano. De esa controversia afloraron tensiones y recelos que se mantenían latentes en torno a políticas culturales propiciadas por el gobierno militar del general Juan Velasco Alvarado (1968–75). En la búsqueda de la cultura nacional “auténtica”, este aspiraba a una fuerte revaloración oficial de la imagen del campesino y de sus estilos de vida, en desmedro de formas culturales consideradas más “occidentales”. De hecho, el premio a López Antay se dio a costa de las candidaturas de reconocidos artistas plásticos como Carlos Quízpez Asín (1900–83), de Teodoro Núñez Ureta (1912–88) y del músico académico de origen alemán Rodolfo Holzmann (1910–92).
[Respecto a este evento, véanse en el archivo digital ICAA los siguientes textos: de Alfonso Castrillón, Leslie Lee y Carlos Bernasconi “Fundamentación para el dictamen por mayoría simple a favor del artista popular Joaquín López Antay” (doc. no. 1135896); de Alfonso Bermúdez “Premio a López Antay suscita controversias. Unos: consagración del arte popular. Otros: una cosa es arte y otra artesanía” (doc. no. 1135879); de Francisco Abril de Vivero, Luis Cossío Marino y Alberto Dávila “Artistas plásticos cuestionan premio” (doc. no. 1135960); y (sin autor) “‘No todos nos quieren ni en Lima ni en Ayacucho’: así comentó sobre cuestionamiento a premio (…)” (doc. no. 1135930)].