Este manuscrito hace parte del fondo de correspondencia del archivo personal de Casimiro Eiger (1911–87). Tanto este como los demás documentos del fondo de su archivo histórico permiten hoy rastrear la influencia de Eiger en la escena de la plástica colombiana, especialmente durante los años cincuenta. El contenido de esta carta torna evidente el impulso ofrecido por el crítico de origen polaco, sobre todo en la iniciativa de viaje del joven artista Eduardo Ramírez Villamizar (1923−2004) y su inminente función de interlocutor atento ante los acontecimientos y las novedades del medio artístico colombiano e internacional.
Esta es la primera de las muchas cartas escritas por Ramírez Villamizar a Eiger, durante su estadía en centros del arte internacional, tales como Nueva York y París. Trátase de la correspondencia consignada en el archivo personal del crítico, desde donde es posible evidenciar la estrecha relación existente entre ambos personajes; además de la función mediadora de Eiger, oscilando siempre entre la dinámica del arte local y el acontecer mundial.
Para consultar otros documentos relacionados con el presente, véase “Carta de Lucy Tejada a Casimiro Eiger”, 1955 [doc. no. 1133221]; y “Carta de Jorge Gaitán Durán a Casimiro Eiger”, 1950 [doc. no. 1133205].