Carta escrita por Jorge Gaitán Durán, a pocos días de su llegada a París (1950). Está dirigida a su amigo en Bogotá, el crítico de arte de origen polaco Casimiro Eiger. La carta trata diferentes temas: las peripecias de Gaitán como viajero primerizo, sus impresiones parisinas, la primera visita al Musée d’Art Moderne, su especial interés por la obra onírica de Marc Chagall. Se incluye una comparación superficial entre la intelectualidad parisina y la bogotana. Al final de la carta, el joven viajero caracteriza su misiva como el resultado de la confusión generada por las nuevas circunstancias. Trátase de un documento mecanografiado, casi en su totalidad, con un par de detalles manuscritos: la firma del remitente y una posdata en el margen izquierdo.

Este documento pertenece al fondo de correspondencia del archivo histórico de Casimiro Eiger (1911– 87), uno de los críticos y gestores más significativos e influyentes para la escena de las artes plásticas en Colombia, durante la segunda mitad del siglo XX. Esta carta, junto a otras similares enviadas por otros artistas y críticos colombianos desde diferentes plazas europeas y norteamericanas al crítico de arte —nacido en Polonia y radicado en Bogotá desde 1943— da cuenta de un período de internacionalización del arte colombiano (entre 1950 y 1970), tiempo en el que muchos salen del país con la intención de conocer el panorama del arte contemporáneo que se desencadena en focos tales como París y Nueva York. Esta salida de artistas y críticos, aunada a la llegada e inserción de extranjeros en el meollo de la plástica local tras de la Segunda Guerra Mundial —entre ellos, el propio Eiger, el crítico austríaco Walter Engel (1908–2005), el artista alemán Guillermo Wiedemann (1905–69) y la gestora de arte oriunda de la Argentina Marta Traba (1923–83)— funcionaron como fenómenos dinamizadores para el mundo del arte en Colombia. Contribuyeron, entre otros aspectos, a la consolidación de la crítica en el plano local; la activación de la circulación de obras de arte a partir de la creación de colecciones públicas y privadas; además de la actividad de nuevas galerías de arte. 

Para consultar otros documentos relacionados con el presente, véase “Carta de Lucy Tejada a Casimiro Eiger”, 1955 [doc. no. 1133221]; y “Carta de Eduardo Ramírez Villamizar a Casimiro Eiger”, 1950 [doc. no. 1133237].