El presente ensayo pondera ciertas características inherentes a la selección de artistas extranjeros, participantes de la 20.ª Bienal Internacional de São Paulo en 1989, destacando la preponderancia de las retrospectivas. Para el autor, Lorenzo Mammì, la cuestión medular que impregna las principales obras de los no brasileños es el nexo establecido entre los consagrados en la época en que el evento se lleva a cabo y los previamente establecidos en las décadas de los sesenta y setenta. Se elige como asunto inicial entre los franceses escogidos para el evento —Klein, Semeraro y Jacquet — comentándose el vacío dejado en el arte francés por el fallecimiento del primero y el nivel medio de los otros dos. Mammì explora, a seguir, las analogías y las tensiones establecidas por el norteamericano M. Puryear y el alemán U. Ruckriem con Joseph Beuys (otros tres seleccionados), considerando que los dos primeros operan con asuntos de extrema importancia para Beuys, mientras que Ruckriem hace eco también con los minimalistas y con R. Long. El autor comenta otras vertientes del arte de la década de los sesenta que han sido incluso representadas en el evento como R. Hamilton, comparado negativamente con Andy Warhol, y por D. Hockney, quien tampoco es de su agrado. Finalmente, Mammì pone en consideración el valor de Neil Williams, en cuya obra se percata de una relación, más canibalesca que dialógica, con el pasado; algo emblemático de lo que considera como el desmedido uso de la cita en esa época.