La noticia es significativa ya que representa el exilio voluntario de artistas brasileños debido al endurecimiento de la dictadura militar brasileña (1964–85) a través de una serie de Atos Institucionais que, en esencia, prohibían todas las garantías políticas y sociales. Ya sea por propia voluntad o por invitación internacional, el final de la década de sesenta es testigo de la salida de un gran número de creadores brasileños en busca de otros derroteros (menos sofocantes) para su producción. La situación se agrava con el decreto del Ato Institucional no. 5, en 1968, que específicamente prohíbe manifestaciones colectivas y anula los derechos (antigüedad de cargos, inclusive) a un buen número de profesores y servidores públicos. Ante este panorama sombrío, muchos de los artistas sólo volverán a pisar territorio brasileño con la Amnistía de 1978.
[Para otros textos que tratan de la necesidad de expatriación que tienen varios artistas brasileños durante el mencionado período, véase archivo digital ICAA: “O artista que vai e o que fica na América Latina” (doc. no. 1111181) y “HIRSCH: fugitivo do Brasil, malgré soi” (doc.no. 1111195)].
La nota es ilustrada con una obra de Lamônica (1935-95), uno de los artistas cuya partida es divulgada en el texto. Curiosamente, la dictadura militar propagaba por todos los medios posibles un slogan tajante: “Brasil: ame-o ou deixe-o”.
Roberto De Lamônica (1935–95), es un grabador ligado a la Nova Figuração, aunque valiéndose de elementos de arte Pop, opero bajo un estilo figurativo que recibía influencias surrealistas y del expresionismo abstracto. Casualmente, Lamônica representa uno de los casos que jamás volvió a pisar suelo brasileño.
Artista plástico, nacido en São Paulo, Wesley Duke Lee (1931–2010), pasa la década de cincuenta realizando estudios en los Estados Unidos, Italia, Austria y Francia, cuando establece un contacto marcante con la obra de Robert Rauschenberg (1925–2008), entre otros artistas de esa amplia tendencia considerada como Nueva Figuración. Duke Lee es el artista que propone el primer happening en Brasil, en 1963. Juntamente con el pintor y escultor Bernardo Cid, el fotógrafo de moda Otto Stupakoff, la cantante Maria Cecília y los escritores Carlos Felipe Saldanha y Pedro Manuel Gismondi forma parte de una tendencia que será conocida en el país como Realismo Mágico. En 1966, con el pintor, fotógrafo y diseñador Geraldo de Barros (1923–98), Nelson Leirner y otros jóvenes artistas funda el grupo Rex, de irrupción polémica en el circuito artístico de São Paulo. En su obra se involucra la memoria, el erotismo y un imaginario fantástico.
Antonio Dias (n. 1944) viviría inicialmente su exilio voluntario en París (1964–68), trasladándose a seguir a Italia (específicamente a Milán) desde donde emprendió viajes de estudio a Nepal y la India, con ciertas estadías neoyorquinas. Regresa al Brasil a partir de la Amnistía de 1978. Finalmente, a partir de 1988 se traslada a Alemania (Colonia) con viajes eventuales a Rio de Janeiro donde mantiene un estudio en Leblon.
La revista Mirante das Artes se publicó en São Paulo entre los años de 1967 y 1968, período en el que se publicaron 12 números. El editor era Pietro Maria Bardi, director del Museu de Arte de São Paulo (MASP). Tuvo un carácter amplio, digamos democrático bajo las condiciones políticas que vivía el país; fue vehículo de las ideas de Bardi, obviamente contrapuestas al mercado del arte que se instauraba entonces.