Natural de Recife, el artista Paulo Bruscky (n. 1949) dio inicio a su carrera a fines de los sesenta, viéndose involucrado en el movimiento internacional de arte postal o mail-art. Llegó incluso a participar de muestras Fluxus alrededor del mundo, grupo del cual posee enorme colección. En épocas más recientes ha hecho performances y produjo obra vinculada a nuevos medios. Su obra es un reflejo de su incesante involucramiento con su ciudad y el arte en ella producido, penetrando incisivamente en la producción de “libros de autor” para documentarla. En época reciente, The Bronx Museum of the Arts (Nueva York, septiembre 2013–abril 2014) expuso Paulo Bruscky: Art Is Our Last Hope, su primera muestra individual en los Estados Unidos. Materiales efímeros como las copias Xerox, faxes, papeles tamaño carta y heliográficas le permitieron moldar o configurar el pensamiento crítico-político con el que opera. Durante lo más álgido de la dictadura militar brasileña (1964−85), se dio a conocer por una acción violenta — Enterro aquático (1972)— con la que cuestionaba tanto la represión como la censura cultural; en el río Capibaribe, que cruza Recife, echó al agua un ataúd con la palabra “ARTE”.
Con respecto a uno de los autores que privilegia Bruscky, Vicente do Rego Monteiro, puede consultar en el archivo digital del ICAA un texto escrito por el sociólogo Gilberto Freyre, quien lo visita en su estudio en París: “Notas a lapis sobre um pintor indiferente” [785071]; y otro del mismo autor donde se menciona su labor en la Revista do Norte, bajo el título de “Os últimos trabalhos de Vicente do Rego Monteiro” [1075374].