El presente texto traza una definición de “cultura popular” donde se pone énfasis en la escisión entre una cultura alejada del pueblo (volcada en esencia a los problemas inherentes a los medios de expresión artística) y otra que quede al servicio de los intereses reales del país, con plena conciencia de la responsabilidad social del artista. La idea popular de “cultura” es entendida como un instrumento de conservación y de transformación de las estructuras de la sociedad y de la obra; o sea, un accionar sobre la realidad. Considerada como un “fenómeno nuevo” en el ámbito brasileño, la cultura popular (encajada en el temario nacional y didáctico) conserva profundas raíces históricas que se comprometen a reflexionar sobre las creencias en el país. A juicio de Gullar, insospechadas cuestiones se le levantan al artista, pasando a ser parte de la elaboración de su trabajo; sobre todo en lo referente al lenguaje, al tratamiento de los temas y al tono de intercomunicación que se anhela establecer con el público al cual la obra se destina. Y subraya: el carácter nacionalista del arte popular es su visión de la realidad con un propósito “desenajenante”, una vez que se encuentra en estrecha sintonía con la contingencia cotidiana y las características del ambiente cultural del país.

Los dos primeros capítulos del libro Cultura posta em questão elaboran un concepto de “cultura popular” y sus nexos con el nacionalismo, partiendo de los fundamentos que vertebran las posiciones estéticas del CPC (Centro Popular de Cultura). Ese proyecto aglutinó artistas de teatro, música, literatura y artes plásticas siendo Ferreira Gullar uno de los exponentes tras la disolución del grupo neoconcreto. Creado en Río de Janeiro en 1961, el CPC estuvo vinculado a la UNE (União Nacional dos Estudantes) y estableciendo como pautas la implantación de una “cultura popular y democrática”, en trabajo colectivo y profundamente comprometido con la concientización política del pueblo brasileño. Entre los logros principales del CPC se destacan: la pieza teatral Eles não usam black-tie [Ellos no usan corbata de moño], de Gianfrancesco Guarnieri; la película Cinco vezes favela, concebida en episodios por Joaquim Pedro de Andrade, Marcos Faria, Cacá Diegues, Miguel Borges y Leon Hirszman; y los talleres de literatura de cordel llevados a cabo por Félix de Ataíde y el propio Gullar. El CPC es clausurado en 1964 inmediatamente después del golpe militar del 31 de marzo de 1964; los directores de teatro (ligados al CPC) Oduvaldo Vianna Filho, Paulo Pontes y Armando Costa, todavía prolongan su espíritu e ideas básicas con la celebración del célebre show musical Opinião, llevado al palco por los cantores Zé Ketti, João do Valle, Nara Leão y más tarde (substituyendo a Nara) Maria Bethânia.

A inicios de la década de sesenta —después de haber sido el puntal del movimiento neoconcreto— el poeta y crítico [José Ribamar] Ferreira Gullar (n. 1930) pasó a adoptar una postura asaz crítica, volcada hacia los problemas de la sociedad al vincularse a los CPCs (Centros Populares de Cultura). El libro Vanguarda e subdesenvolvimento: ensaios sobre arte [Vanguardia y subdesarrollo: ensayos sobre arte] fue escrito entre 1965 y 1969 en el período posterior al golpe militar (1964-85) que marca a fierro dos décadas de la vida brasileña. Ante ese contexto, el autor se vincula al PCB (Partido Comunista Brasileño) en un momento en que las izquierdas brasileñas entran en un proceso de reorientaciones y autocríticas; los cuales, de una forma u otra, dan la tónica de los ensayos de Ferreira Gullar; sobre todo, a su lectura crítica de las vanguardias importadas. [Véase archivo digital ICAA “Vanguarda e subdesenvolvimento” (doc. no. 1110361)].

La muestra Opinião 65 fue, sin duda, un hecho de la mayor importancia y capaz de transformar el estancado medio de las artes plásticas en Brasil, después del golpe militar del 31 de marzo de 1964; ver (doc. no. 1090530). Gullar se pregunta en él si las fuentes de dicha producción expuesta ahí se limitan a un movimiento de cuño internacional; no obstante, el autor cree en la posibilidad de encontrarse elementos peculiares locales para que el arte surja de una posición crítica de la cultura ante la realidad concreta.