El ensayo del polémico teórico del arte brasileño Ferreira Gullar impugna la universalidad del concepto de vanguardia estética, tanto como su validez en el seno de los países subdesarrollados. En especial, en el contexto del Brasil, donde la incorporación de manifestaciones de vanguardia puso de lado la elaboración de aquellos aspectos básicos que operaron sobre las vertientes que le sirvieron de matriz; de ese modo, jamás se pudieron obtener consecuencias semejantes a las generadas en el ámbito artístico de los países europeos. A su juicio, el modernismo brasileño tuvo un origen diverso; más vinculado a la transformación de la sociedad que a una evolución de tipo autónomo. En el arte moderno brasileño, el nacionalismo fue el sentido básico en el que se derramaron los elementos vanguardistas importados. La pintura brasileña adoptó aspectos del lenguaje europeo para captar, de manera moderna, una temática nacional, sin tomar en cuenta el desarrollo de investigaciones destinadas a formas de expresión cada vez más abstractas. De hecho, trátase de una perspectiva que sólo volvería al punto de partida en generaciones artísticas posteriores a 1945, identificables por su rechazo a la temática nacional y favorecedoras de las tendencias universalistas. En las obras más significativas de la producción artística del Brasil, las influencias extranjeras de renovación formal conviven con preocupaciones fundamentales de cuño nacional, lo que les otorga un carácter propio, una naturaleza original, un tenor auténtico.

El análisis del crítico brasileño de arte [José Ribamar] Ferreira Gullar (n. 1930) postula el problema de los nexos entre vanguardia(s) y subdesarrollo(s) en términos dialécticos, yendo de lo particular a lo universal en la realización del trabajo artístico. Bajo ese lente, la definición de un arte de vanguardia depende del examen de las características socio-culturales del contexto desde donde es planteado. Dicha formulación torna relativo el carácter internacionalista del arte contemporáneo y, de igual forma, se interroga sobre el rol que asumen las llamadas expresiones nacionales, en un momento en que la interrelación cultural entre los países del mundo aumenta.

El libro Vanguarda e subdesenvolvimento: ensaios sobre arte [Vanguardia y subdesarrollo: ensayos sobre arte] fue escrito entre 1965 y 1969 en el período posterior al golpe militar (1964?85) que marca a fierro dos décadas de la vida brasileña. Ante ese contexto, el autor se vincula al PCB (Partido Comunista Brasileño) en un momento en que las izquierdas brasileñas entran en un proceso de reorientaciones y autocríticas que, de una forma u otra, dan la tónica de los ensayos de Ferreira Gullar; sobre todo, a su lectura crítica de las vanguardias importadas. El método marxista empleado por el autor se basa en dos aspectos básicos del pensador húngaro György Lukács (1885?1971): la centralidad del elemento particular en la estética y la premisa de que tanto la obra como el artista se intercalan con determinadas condiciones históricas.

En referencia a este asunto y como complemento, consúltese de Ferreira Gullar, “Caráter nacional da arte” [doc. no. 807930].