Esta es una de las entrevistas más extensas que se le ha hecho a María Elvira Escallón (nac. 1954). La agudeza de Gonzalo Sánchez (nac. 1945) como entrevistador permite ingresar al terreno íntimo de la artista. Allí, de manera fluida, da cuenta de sus procesos de creación y, a su vez, abre paso a una crítica sobre la imagen y el lugar que esta ocupa en el imaginario de los colombianos. Cabe resaltar el impacto que genera leer la conversación de ambos personajes, porque, sin pretensiones intelectuales y con un lenguaje claro, se detienen en cada aspecto que abordan: la memoria, la muerte, las víctimas, los hechos históricos, el olvido… Trátase de una pausa que presenta el panorama de la realidad sociopolítica de Colombia y la manera en que —en este caso— el arte la reinterpreta o la representa.
Desde adentro (2003) es la serie fotográfica y el video de 12 horas de duración que realiza Escallón a partir del registro visual, cinco días después del atentado al Club El Nogal, en Bogotá, en febrero de 2003. En la mayoría de sus propuestas, la imagen en la obra de Escallón conserva una relación directa con la memoria. Sin acudir a la literalidad, algunos de sus trabajos revelan los estados de abandono de construcciones que tienen o han tenido un valor significativo para la ciudad (Bogotá): la estación del tren de La Sabana de donde surge In Vitro (1998), el Hospital San Juan de Dios, edificación base para En estado de coma (2004-2007) y el Club El Nogal en ruinas para la serie que destaca la entrevista hecha por Sánchez. Es él un reconocido historiador colombiano especializado en el tema de la violencia; sus ensayos son el resultado de estudios concentrados sobre la problemática sociopolítica del país.
El diálogo entre la artista y el historiador abre espacio de análisis sobre la realidad colombiana y resulta interesante por la atemporalidad que lo caracteriza. Las preguntas de Sánchez evidencian no sólo su conocimiento de causa sobre el acontecer de los hechos violentos en el siglo XX en Colombia, sino, además, el estudio previo que ha hecho de la obra de Escallón. El documento cuestiona —desde las perspectivas del arte y la historia— la manera en que un acontecimiento como el del Nogal se inserta en el relato cotidiano; sobre todo a partir de cómo es cubierto por los medios de comunicación, señalando el registro visual que estos hacen a través del lenguaje mediático que los caracteriza. Ambos personajes ponen sobre la mesa el asunto de la memoria y la manera como se construye una narrativa sobre la violencia. En esa dirección, piensan sobre posibilidades que maneja el arte para tornar visible (desde otro lugar) esos mismos sucesos. Se enfatiza cómo fue el caso específico de la artista, entonces encargada del patrimonio artístico y cultural del club; condición que le permitió el fácil acceso al lugar luego del atentado.
Para ampliar el contenido de este documento, véase “Entrevista a María Elvira Escallón”, doc. no. 1091921 y “Guerras, memoria e historia”, doc. no. 1092308.