Desde el título irreverente, el texto revela la más radical no conformidad de Hélio Oiticica frente a la “falta de carácter” perceptible en la formación brasileña, incapaz de asumir los problemas sobre los elementos culturales inherentes a su propia “condición de atolladero provinciano”. El autor reivindica la formulación de los asuntos del contexto periférico local en clave universal, y vinculados al orden propiamente estético, así como a “la cosa global” que involucra el ámbito de las prácticas sociales. El texto, escrito a inicios de los setenta, es todo un documento que trae a colación el exilio de los compositores de música popular Caetano Veloso y Gilberto Gil, como consecuencia de la represión política que se desata con la implantación de una dictadura militar de más de dos décadas en Brasil (1964–85). Se comenta, además, “la dilución reaccionaria” que alcanza la crítica formulada entonces por el movimiento musical “tropicalista” al culto del buen gusto; todo ello, sin lugar a dudas, parte de “un estado general de cosas” y a resultas de lo que denomina la “mentalidad diarreica” del Brasil.
Hélio Oiticica (1937–80) fue un artista brasileño del neoconcretismo. Comenzó estudiando pintura con Ivan Serpa en 1954 en el Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro, y luego se convirtió en miembro tanto del Grupo Frente como del movimiento neoconcreto. Además de sus pinturas geométricas, que fue desarrollando durante su etapa con Serpa (y como parte de Frente), Oiticica realizó performances y trabajos de arte participativo. Sus Parangolés (1964) —capas hechas de tejidos y materiales reciclados— fueron empleadas para las actuaciones de la Escuela de Samba Mangueira. Oiticica también creó espacios envolventes como Nucleus (1959–60), entorno construido con listones de madera pintados y colgados, realizados a partir de las ideas del constructivismo de Piet Mondrian. En 1967 fabricó el entorno envolvente Tropicália en el MAM-Río. Tropicália fue una instalación de habitaciones con plantas y materiales (agua, arena y piedras, además de un loro, una televisión y otros elementos de la cultura popular brasileña), ambiente diseñado para ser sensorialmente estimulante. Aplicó también los mismos principios para Edén, otro entorno realizado por Oiticica en 1969 en la Galería Whitechapel de Londres. El nombre de Tropicália fue tomado por los músicos brasileños para denotar un nuevo estilo de música que fundía la música y el pop internacional con la música tradicional brasileña. El término de “Tropicália” pasó entonces a formar parte de la cultura popular brasileña, teniendo como significado un carácter de cuño brasileño. Oiticica participó en 1970 en la exposición grupal Information en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.
Para más ejemplos sobre los aportes de Oiticica al pensamiento sobre arte en el Brasil de finales de la década de los sesenta e inicios de los setenta, puede consultar el ensayo “Esquema geral da nova objetividade” [doc. no. 1110372] y el artículo “Aparecimento do suprasensorial na arte brasileira” [doc. no. 1110620].