Quien firma el presente ensayo, Pedro Lobos (1918–68), fue ensayista y pintor muralista de origen chileno que, en la década de los treinta, fue becado para estudiar en México, desarrollando una carrera estética que se adhiere a temáticas de corte popular y campesino, producto de la influencia entonces del muralismo mexicano. En su texto, afirma el profundo conocimiento que tiene de la obra de Gabriel Bracho, a la par de la amistad entre ambos. La crítica que asume toma elementos del materialismo histórico aplicado al arte, con lo cual eleva el compromiso de la obra de Bracho y la ubica en un contexto social que responde a su concepción de la cultura moderna universal. En el artículo destaca la labor de Bracho en Chile, desde el punto de vista de su ejemplo para con los jóvenes pintores de ese país; el aspecto da a entender que Bracho mantuvo actitud militante, ganada vía proselitismo político, con una retórica proclive a expandir ideales revolucionarios en sus numerosos viajes de aquel período. Aunque Lobos critica algunas torpezas técnicas del artista, al mismo tiempo que engrandece su temática, pareciera justificarlas por la fuerza, pasión y carácter comunicativo que requiere este tipo de manifestaciones del arte comprometido. Ante esto, el ensayista deja entrever que la obra de Bracho es irregular; no obstante que su potencialidad lo pudiera llevar a mayores logros. Con ello, Lobos le corta el camino a cierta crítica de arte que —tanto en Chile como en Venezuela— pretendía disminuir o desvirtuar la producción pictórica del joven venezolano. Solapadamente, la crítica de Lobos se une a las voces que miran con desconfianza la “estética abstraccionista”, aspecto que muestra el carácter continental que alcanzó la controversia crítica entre figurativos y abstractos.
Respecto a la obra de Bracho, consulte el texto de Juan Liscano “Gabriel Bracho” [doc. no. 850217]; el de Héctor Mujica “Excelencias de un pintor comprometido” [doc. no. 845986]; el artículo de Guillermo Alfredo Cook “Bracho sacrifica lo más caro a todo artista: la Libertad” [doc. no. 850751]; y la reseña de Manuel García Hernández “El mensaje de Gabriel Bracho es neo-americano: cartas de Buenos Aires” [doc. no. 1101870].