En su artículo, Sheila Leirner mezcla conceptos de un imaginario global (como las identidades transnacionales y la superación de fronteras nacionales) con aquella visión modernista del arte autorreferente y universal, en contraposición ostensiva al arte de representación. Al referirse específicamente a los artistas brasileños, Leirner cita dos parámetros de interés: José Resende (a quien le dedicó el texto “Rezende”) y Waltércio Caldas. Por otra parte, ella menciona al artista geométrico-abstracto François Morellet, considerado por algunos como uno de los pioneros del arte conceptual (y cofundador en París del GRAV, el Groupe de Recherche d’Art Visuel, que encabezaron los argentinos Le Parc y García-Rossi en los años sesenta). De igual forma, la obra plástica de Israel Pedrosa a la que se refere Leirner es tanto abstracto-geométrica como Op, hecha en las décadas de los sesenta y setenta. Pedrosa es incluso autor del libro Da cor à cor inexistente [Del color al color inexistente] (Río de Janeiro: L. Christiano Editorial, 1977), donde discute el problema que orienta su producción de aquella época.
Periodista y crítica de arte, la franco-brasileña Sheila Leirner formó parte del Conselho de Arte e Cultura da Bienal en 1982?83, pasando a ser la responsable de la curaduría de dos bienales de esa época: la XVIII (1985) y la XIX (1987), en las que combatió el didactismo de cuño nacionalista y el historicismo (véase la “Introdução” de 1985 [doc. no. 1111107] y la “Introdução” de 1987 [doc. no. 1110910]). En su opción curatorial opta por la radicalidad de la anarquía, aunque paradójicamente privilegie el valor máximo de esa década: “el regreso a la pintura”. Fue crítica de arte para el diario O Estado de S. Paulo en 1975, después de estudiar sociología del arte en Francia. Publicó una antología de sus ensayos bajo el título de Arte e seu tempo (São Paulo: Editôra Perspectiva, 1991), donde se privilegia este enfoque de lo que llama “el arte nuevo”. Desde ese año pasó a vivir en París donde opera y se especializa en asuntos administrativos del arte. Fue representante de la Galerie nationale du Jeu de Paume para América Latina (1993–99), integrándose en la época a la Asociación Internacional de Críticos de Arte (AICA, sección Francia). Ha sido también colaboradora de innúmeras revistas y suplementos de ambos países como Beaux-Arts Magazine, Europe Magazine Littéraire, Revista da USP y Cadernos de Literatura Brasileira, además de integrante de la comisión para selección de becas de la UNESCO-Aschberg.