La respuesta del crítico y curador de arte colombiano Miguel González ocupa la mayor parte de este artículo y hace una conexión entre la instalación (Las Camas) presentada en el Museo La Tertulia de Cali (1974) y la exploración estética de Feliza Bursztyn. Afirma que la originalidad “ha consistido en el camino recorrido por la historia del arte”, pues admite que “mucho se ha escrito, dramatizado y ensayado sobre la cama”. Más adelante, González pone “en perspectiva” a Bursztyn para mostrar la actitud irreverente, de terquedad y humor que la escultora mantuvo a lo largo de su vida, reflejándose en su obra. Dentro de esa búsqueda se encuentra lo que González denomina “el sello” de la idiosincrasia latinoamericana. Por tanto, al localizar y anunciar la diferencia de la producción artística, en relación con su espacio geográfico, a su juicio, se hace válida la investigación de temas dentro de contextos diferentes pues implican, atrapan y amplían los conceptos de manera distinta. Por otra parte, González hace un análisis crítico que se aparta de la polémica; de ese modo, entra en la obra, la describe y propone lecturas que la enriquecen. Es afortunada esta preocupación por la obra, porque evita una discusión que se aleje de los intereses del arte centrándose en lo mismo que tratan otros artículos sobre dicha polémica. (Véase “Bursztyn por encima de toda sospecha”, doc. no. 0185-UA; “Feliza Krugman o Irene Bursztyn”, doc. no. 1088241).