En su artículo “Arte y realidad”, Marta Traba (1923–83), crítica de arte argentina, inicialmente radicada en Bogotá, insiste en la necesidad de producir conocimiento y promocionar el arte como disciplina autónoma, oponiendo el lenguaje estético y los códigos narrativos de la naturaleza y la realidad. Posteriormente, esta reflexión haría parte de un conjunto de argumentos con los que ella elaboró su propuesta crítica formalista, exaltando un conjunto de artistas en beneficio de un concepto internacionalista del arte que se oponía, ostensivamente, al nacionalismo heredado del muralismo mexicano. Traba llegó a Colombia en septiembre de 1954 y este artículo forma parte de un grupo de escritos publicados en el diario Intermedio entre los años 1956-57 donde, más allá de abordar la crítica desde problemas específicos alrededor de un artista, una obra o una exposición, establecía conceptos teóricos que fundamentaron su pensamiento a lo largo del segundo lustro de la década del cincuenta. En el conjunto de textos de esta época, la crítica e historiadora del arte conformó un discurso en el que resulta determinante su interés por promover la autonomía del campo de las artes plásticas, reclamando la necesidad de separar los cruces entre la producción tanto artística como crítica con otros campos disciplinarios o discursivos. Traba sugirió a los artistas y críticos considerar como medio y fin esencial de las obras los elementos plásticos y los juicios estéticos que las determinan. Intermedio, donde se publicó el artículo, fue el nombre que se le dio al diario colombiano El Tiempo (entre agosto de 1955 y mayo de 1957) debido a la orden de censura impuesta a esta publicación por el entonces dictador, General Gustavo Rojas Pinilla (1900–75). Otros artículos de Traba, publicados en Intermedio, fueron “Historias de islas”, (véase doc. no. 855005); “El genio anti-servil”, (doc. no. 1052760), “Arte y mitología”, (doc. no. 1052787) y “Naturaleza: vocabulario de la realidad artística”, (doc. no. 858558).